Si tu Espíritu no hubiese soplado en mí hálito de vida nueva, santa y espiritual, habría permanecido hasta hoy en mis delitos y pecados. Mi vida celestial viene enteramente de ti; a ti la atribuyo.
Hay ocasiones en las que no comprendes por qué no puedes hacer lo que quieres. Cuando Dios permite un tiempo de espera y parece no responder, asegúrate de no llenarlo con actividades; sólo espera.
Los ataques de Satanás son feroces en estos últimos tiempos pero no tienes que huir de su rugido. Como hijo de Dios, tienes la autoridad para derrotarle en el nombre de Jesús