Semana Santa es el tiempo más importante del año para los cristianos. Es una celebración de todas las iglesias y acontece desde los primeros siglos del cristianismo. Es el recordatorio de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
A continuación recordaremos las siete palabras que el Señor pronunció desde la cruz. Vamos a revisar aquellos momentos en que Jesús habló asuntos muy importantes y que tienen que ver con la salvación de nuestras almas.
PRIMERA PALABRA
"32 Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes." (San Lucas 23:32-34)
Suscribete al canal del Pastor Ivan Tapia en: https://www.youtube.com/channel/UChuXHyukDlMzCpTlPt-DujA
La Biblia en sus relatos es muy escueta. Hay aspectos que se deben imaginar, suponer e investigar en la Historia y otros libros que nos ubican en las costumbres de la época. Los romanos llevaron junto con Jesús a dos malhechores para sufrir la pena de muerte crucificados.
Por tanto la cruz es símbolo de muerte. El lugar donde se llevaba a los condenados era el Gólgota (la Calavera o monte Calvario). Allí había despojos de muerte, no era un lugar bello y se respiraba dolor y agonía. Estaba fuera de la ciudad. De modo que Jesús murió entre delincuentes y fue tratado como tal.
Sin embargo, a pesar de ello, Él hace una breve oración de perdón. Fue solo una frase corta. Dios valora nuestras oraciones sinceras y salidas del corazón, sin importar sin breves o extensas.
El Hijo oró al Padre pidiendo que perdonara a los que lo trataron como un delincuente, hereje, falso, los que le azotaron, escupieron, burlaron, golpearon y clavaron a una cruz. Los justificó diciendo que ellos no sabían lo que estaban haciendo, desconocían que Él era Dios.
Si nuestro Señor y Maestro nos dio tal ejemplo ¿hacemos lo mismo? ¿Pide usted a Dios que perdone a los que le han dañado? ¿Perdona usted a quien le ha ofendido? Debiéramos rogar a Dios por nuestros enemigos.
La clave para perdonar a mi prójimo es comprenderlo, reflexionar por qué actúa así. Comprendiendo al prójimo, cubriéndolo con amor, orando por él para que el Señor le conceda Su perdón, estaremos creciendo en el amor que Dios espera de Sus hijos.