ENOC: agradar a Dios
En Hebreos 11:5 leemos: “Por la fe, Enoc traspuso sin morir el umbral de la muerte, y nunca más se supo de él, porque Dios le hizo cruzar ese umbral; pero antes de cruzarlo, todos reconocieron que él era del agrado de Dios”. Esta historia continúa la de Abel. Enoc fue traspuesto (eludió la muerte física) porque agradó a Dios.
El autor de Hebreos explica entonces la conexión con la fe: “Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan” (v. 6).
No podemos venir a Dios si no creemos que Dios existe. Eso es sencillo, ¿verdad? No podemos intentar agradar a Dios si no creemos que Dios existe y recompensa a quienes lo buscan. Enoc demostró su fe buscando agradar a Dios, tal como hacen todas las personas. Así que la fe es central para la motivación del corazón humano para vivir de una forma que honre a Dios.
Esto también lo vemos en los Evangelios. Cuando Jesús se encontraba con personas que se desviaban de su camino para rendirle honor, él los elogiaba por la fe de ellos. Esto ocurría porque nadie se molesta en honrar a una persona que no cree que exista o sea digna de honor.
Las encuestas de opinión siguen indicando que un porcentaje muy alto de estadounidenses creen en la existencia de Dios, pero la cifra es esencialmente intrascendente. La pregunta suele plantearse más o menos de esta forma: “¿Cree usted en un ser supremo, un poder superior, o algo más grande que usted?”.
Cualquiera pude creer en un poder superior. El polvo cósmico es un ser superior. Pero no es Dios. Cuando los encuestadores siguen indagando y preguntan: “¿Quiere usted agradar a Dios y vivir para él?”, el número de respuestas positivas es mucho menor.
Así que muchos de nosotros somos ateos prácticos. Puede que seamos teístas teóricos, pero nuestra vida delata una forma práctica de ateísmo en la medida que no vivimos con el fin de agradar a Dios. Si no vivimos con el fin de agradar a Dios, eso solo puede ocurrir porque en realidad no creemos que él merezca nuestra atención.
Se ha dicho que si uno quiere descubrir lo que una persona realmente cree, debería analizar su chequera. Como dijo Jesús: “Porque donde ustedes tengan su tesoro, allí también estará su corazón” (Lucas 12:34).
Así que si quieres saber dónde está tu corazón, revisa tu tesoro. ¿Invertimos en el reino de Dios o en nuestros propios reinos? La persona que vive por fe vive para agradar a Dios, no a los hombres. Enoc fue apartado porque en su vida había una ardiente pasión por agradar a Dios. Eso es lo que hace una persona de fe.
Fuentes mientras no se indique lo contrario:
Biblia-RVR 1960
Libros de Estudio del INSTE
Diccionario Biblico Ilustrado de Vila Santamaria. Editorial CLIE
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