Ezequiel es uno de los profetas mayores. Es muy probable que haya sido criado cerca del Templo, por ser hijo de un sacerdote, Buzi (Ez. 3:1)
Era descendiente de Aarón. Su familia vino a formar la clase vigésima de sacerdotes (1 Cr. 24:16).
Fue llevado al exilio con el rey Joaquín y otros nobles (2 R. 24:14-17) en el año 597 a.C. Probablemente permaneció exilado toda su vida. En 593 a.C. siendo ya de 30 años (Ez.1:1), Ezequiel tuvo visiones por las cuales recibió su vocación profética (Ez. 1-3).
Cumplió fielmente sus deberes, pronunciando en ocasiones duras reprensiones, pero dando aliento con palabras llenas de gracia. Su profecía está llena de simbolismos y de imaginería.
A la muerte de su mujer, le fue prohibido, como señal profética, que expresara ningún dolor ni que llevara duelo (Ez. 24:15-18). No solamente proclamó sus profecías, sino que se le ordenó que representara alguna de ellas, a fin de que fueran vistas, además de oídas. En su estilo se nota su pasión profética.
El ministerio de Ezequiel duró unos 22 años hasta 571 a.C. (Ez.29:17), y probablemente más. Junto con Esdras, se considera como el padre del judaísmo de después del exilio.
Fuentes mientras no se indique lo contrario:
Biblia-RVR 1960
Libros de Estudio del INSTE
Diccionario Biblico Ilustrado de Vila Santamaria. Editorial CLIE
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