Juan el apóstol era hijo de Zebedeo (Mt. 4:21) y de Salomé (Mt. 27:56; cfr. Mr. 15:40), hermano de Santiago el Mayor, de Betsaida, pescador como su padre (Mt. 4:21; Jn. 21:1-14) y familiarizado con la lengua de los pescadores.
Sus padres eran acomodados: su padre tenía jornaleros a su servicio (Mr. 1:20), poseía por lo menos una barca (Mt. 4:21) y pescaba con red barredera, no a la manera de los pescadores pobres; su madre servía a Jesús con su hacienda (Mt. 27: SSs.; cfr. Lc. 8:3). Fue antes discípulo del Bautista (Jn. 1:25-40), y luego llamado por Jesús al apostolado (Mr. 1:19s.; cfr. Lc. 6:14).
Juntamente con su hermano Santiago y Simón Pedro, Juan fue uno de los tres amigos íntimos de Jesús, testigos de su poder en la resurrección de la hija de Jairo (Mr. 5:37), de su transfiguración sobre el monte Tabor (Mr. 9:2) y de su agonía en el huerto de Getsemaní (Mr. 14:33).
Con la frase «el discípulo a quien Jesús amaba», el cuarto evangelio se refiere, sin duda, a Juan (Jn. 13:23; 19:26; 20:2; 21:7, 20): éste se reclinó, en la última cena, sobre el pecho de Jesús (Jn. 13:23) y a él Jesús encomendó su madre (Jn. 19:27).
El sobrenombre de «Boanerges», o hijos del Trueno», que dio Jesús a los hijos de Zebedeo alude tal vez a su carácter impetuoso. Como los dos se veían preferidos por Jesús, creyeron, como su madre, que ocuparían lugar especial en el Reino de Dios; pero Jesús les predijo que beberían su cáliz (Mt. 20:20-23). El discípulo amado fue el único de entre los apóstoles que estuvo junto a la cruz de Jesús (Jn. 19:26).
Juan era amigo de Pedro; era su compañero de pesca (Lc. 5:10); juntos recibieron de Jesús el encargo de preparar el cordero pascual (Lc. 22:8); probablemente fue Juan quien introdujo a Pedro en casa del sumo sacerdote, durante el interrogatorio de Jesús (Jn. 18:16); Juan es el único entre los apóstoles que estuvo junto a la cruz de Jesús (Jn. 19:26); Pedro y «el otro discípulo» se trasladaron juntos al sepulcro de Jesús (Jn. 21:20-23).
Después de la resurrección de Jesús, también aparecen los dos juntos: en la curación del cojo de nacimiento (Hch. 3:1-11) y ante el sanedrín de Jerusalén (Hch. 4:13, 19).
Los apóstoles enviaron a Pedro y Juan a Samaria (Hch. 8:14). En la lista de los apóstoles de Hch. 1:13 se nombra a Juan inmediatamente después de Pedro. Juan estaba en Jerusalén cuando fue allí Pablo, quien le cuenta entre las «columnas» de la Iglesia (Gá. 2:9).
Según una tradición que se remonta a Policarpo, discípulo de Juan (Ireneo, Adv. Haer. 2:22, 5; 3:1, 1), Juan se estableció posteriormente en Efeso y desde allí gobernaba las iglesias del Asia Menor (cfr. Eusebio, HE 3:31, 3; 5:24, 3); acaso llegó al Asia Menor hacia el año 60.
Según otra tradición, fue deportado bajo Domiciano (año 81-96) a la isla de Patmos (Ap. 1:9; Eusebio, HE 3:18), y de allí, bajo Nerva (96-98), volvió nuevamente a Efeso. Aquí murió bajo Trajano (98-117).
Fuentes mientras no se indique lo contrario:
Biblia-RVR 1960
Libros de Estudio del INSTE
Diccionario Biblico Ilustrado de Vila Santamaria. Editorial CLIE
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