Buenos Días Espíritu Santo. Por Benny Hinn
¿Puedo conocerte realmente?
Tres días antes de la Navidad de 1973, el sol todavía estaba saliendo en aquella mañana fría y nebulosa de Toronto.
De repente Él estaba allí. El Espíritu Santo entró en mi cuarto. Él era tan real para mí aquella mañana.
En las ocho horas siguientes, tuve una experiencia increíble con el Espíritu Santo.
Cambió el curso de mi vida. Lágrimas de asombro y gozo rodaron por mis mejillas al abrir las Escrituras, y Él me dio las respuestas a mis preguntas.
Parecía que mi cuarto se había elevado al hemisferio del cielo. Y yo quería quedarme allí para siempre. Había acabado de cumplir veintiún años, y esa visitación fue el mejor regalo de cumpleaños o Navidad que jamás yo haya recibido.
Al final del pasillo estaban mi mamá y mi papá. Ellos posiblemente nunca entenderían lo que le estaba pasando a su Benny. En realidad, si ellos hubieran sabido lo que yo estaba experimentando, podría haber sido el punto de rompimiento de una familia que ya estaba al borde de desmoronarse.
Por casi dos años —desde el día que yo le di mi vida a Jesús— no había comunicación entre mis padres y yo. Era horrible. Como el hijo de una familia inmigrante de Israel, yo había humillado la familia rompiendo la tradición. Ninguna otra cosa en mi vida había sido tan devastadora.
En mi cuarto, sin embargo, había puro gozo. Sí, era inefable. Sí, ¡estaba lleno de gloria! Si se me hubiera dicho sólo cuarenta y ocho horas antes de lo que estaba a punto de pasarme, yo habría dicho: «De ninguna manera».
Pero desde ese mismo momento, el Espíritu Santo se hizo vida en mí. Ya Él no era la lejana «tercera persona» de la Trinidad. Él era real. Tenía personalidad.
Y ahora, en "Buenos Días Espíritu Santo" yo lo quiero compartir contigo.
Mi amigo, si estás listo para comenzar una relación con el Espíritu Santo que sobrepasa todo lo que has soñado posible, "Buenos Días Espíritu Santo" te inspirará, porque lo que estoy a punto de compartir transformará tu vida espiritual.
De repente te sucederá a ti. Puede que sea cuando estés leyendo. Quizás cuando estés orando. O cuando vayas de camino a tu trabajo.
El Espíritu Santo va a responder a tu invitación. Él va a llegar a ser tu amigo más íntimo, tu guía, tu consolador, el compañero de toda tu vida. Y cuando tú y Él se encuentren, dirás: «¡Benny! ¡Déjame decirte lo que el Espíritu ha estado haciendo en mi vida!»
Contenido del Libro Buenos Días Espíritu Santo
1. «¿Puedo conocerte realmente?»
2. Desde Jaffa hasta lo último de la tierra
3. «Tradición, tradición»
4. De persona a persona
5. «¿Qué voz escuchas tú?»
6. Espíritu, alma y cuerpo
7. Viento para tu barco
8. Una entrada poderosa
9. Lugar para el Espíritu
10. «Tan cerca como tu aliento»
11. «¿Por qué estás llorando?»
12. El cielo en la tierra
Epílogo: Diez años después
Guía para estudio y reflexión