Usando historias de su propia vida y ministerio, Bill Hybels muestra cómo las leyes para el éxito en el liderazgo pueden a veces chocar de frente contra otra realidad: un aviso interno del Espíritu mostrándote un enfoque distinto.
Las decisiones que tomes en ese punto podrían no solo afectarte a ti, sino en última instancia el destino de aquellos que diriges.
Sin lugar a dudas, el líder más impresionante en la historia del mundo es Jesús de Nazaret. No digo esto solo porque tengo una tarjeta de identificación que dice cristiano, lo que en realidad soy, sino porque creo que los hechos hablan por si mismos. Jamás ningún líder proyectó una visión tan extensa y abrumadora (nada menos que la redención del planeta) como lo hizo Jesucristo. Jamás ningún líder formó un equipo de tan alto impacto en un periodo tan corto de tiempo y con tan poco talento con el que trabajar.
Ningún líder inculcó valores tan profundos o inspiró a las personas como
Jesucristo, en muchos casos al punto de que estuvieron dispuestos a morir por la causa.
Definitivamente, ningún líder jamás cambió el curso de la historia de la humanidad de la manera en que Jesús lo hizo, y lo sigue haciendo dos mil años más tarde.
Yo diría que todo esto se resume en una muy poderosa evidencia sobre su liderazgo: él fue el mejor líder que se haya conocido