Después que Doce Hombres Comunes y Corrientes estuviera encabezando las listas de mayor venta por más de un año, John MacArthur decidio iniciar un libro que reflejara el trabajo y la fe de aquellas mujeres que la Biblia destaca, así es como nace Doce Mujeres Extraordinarias.
Lo mismo ocurre con las mujeres protagonistas de este libro. La mayoría fueron comunes y corrientes. Eran mujeres simples, sencillas y en algunos casos de extracto social escandalosamente bajo, tal como ocurría con los discípulos. Tomemos, por ejemplo, a la mujer samaritana del capítulo 4 de Juan. No sabemos su nombre.
Del mismo modo, Ana fue una oscura viuda de edad muy avanzada que aparece solo con una breve mención en la introducción de Lucas (2.36-38). Rahab era una ramera. Aun María, la madre de Cristo, fue una joven sin distinción especial, que vivía en una insignificante aldea improductiva de Galilea. En cada ejemplo, lo que las hizo extraordinarias fue un memorable cambio de vida como producto de un encuentro con el Dios del universo.
John MacArthur nos dice que, la única legítima excepción es Eva, que empezó su vida como alguien muy especial en todos los sentidos. Fue creada por Dios para ser el puro e inmaculado modelo de perfección de la condición de mujer. Pero lo arruinó pronto pecando.
A pesar de esto, también ella llegó a ser la representación viva de la verdad de que Dios puede recuperar y redimir a aquellos que caen y convertirlos en verdaderos trofeos de su gracia, a pesar de sus caídas. A decir verdad, estoy convencido que por medio de la gracia redentora de Dios, Eva irá a través de toda la eternidad en forma más gloriosa que lo que era en su inocencia terrenal original.
Doce Mujeres Extraordinarias de la Biblia por la Gracia de Dios
En otras palabras, todas estas mujeres llegaron a ser extraordinarias en última instancia, no debido a algunas cualidades naturales de ellas mismas, sino solamente porque el único Dios verdadero a quien veneraron, que es grande, poderoso, glorioso e impresionante, las refinó de la misma manera que a la plata; las redimió por medio de la obra de un extraordinario Salvador —su propio y divino Hijo— conformándolas a su imagen (Romanos 8.29). El trabajo perfecto de Dios en sus vidas las hizo mujeres realmente extraordinarias.
Una de las características singulares de la Biblia es la forma en que exalta a las mujeres. Trátese de mujeres degradadas o denigradas, la Escritura a menudo parece salirse del camino para homenajearlas, ennoblecer su papel en la sociedad y en la familia, reconocer la importancia de su influencia y destacar las virtudes de mujeres que fueron ejemplos particularmente piadosos.
Doce Mujeres Extraordinarias es un libro que no solo las mujeres debieran de leer sino toda la iglesia, un libro que sin lugar a dudas inspirará a muchos, y ayudará a reconocer el valor, el trabajo y la fe de muchas mujeres, que tanto ayer como hoy, destacan por su entrega y consagración al Señor.
Prefacio
Introducción
1. Eva: Madre de todos los vivientes
2. Sara: Esperando contra toda esperanza
3. Rahab: Una horrible vida redimida
4. Rut: Lealtad y amor
5. Ana: Retrato de la gracia femenina (1)
6. María: Bendita entre todas las mujeres
7. Ana: Un testigo fiel (2)
8. La mujer samaritana: Al encuentro del agua viva
9. Marta y María: Trabajo y adoración
10. María Magdalena: Liberación desde las tinieblas 11. Lidia: Un corazón hospitalario
12. Epílogo
Notas
Acerca del autor
1 Ana, en el Antiguo Testamento, madre del profeta Samuel 2 Ana, en el Nuevo Testamento, viuda que vivía en el Templo
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