
Cuidado con el Camino de Balaam. Ivan Tapia
"Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición." 2 Pedro 2:14
[No podemos desconocer que hay individuos así en todo lugar y se infiltran también en la Iglesia. ¡Cuidado con ellos! Son los que siguen el camino de Balaam.]
Hay hombres que tienen un modo de mirar a la mujer -y también las hay damas- con lascivia, tienen la mente sucia. No respetan estado civil, edad ni parentezco. Piensan que el sexo es una diversión sin censura de ningún tipo. Tal es su lujuria que jamás se satisfacen y con astucia son capaces de embaucar las almas inocentes o descuidadas.
Quienes más peligran son las inconstantes en la fe, las que dejando la oración no perseveran y de pronto se debilitan para ser presas del Maligno. A veces entran en la Iglesia, vestidos con piel de cordero, pero son lobos rapaces.
Sus corazones son codiciosos de las almas, desean dominarlas y usarles para sus fines personales. Sin caer en una desconfianza absoluta, es necesario estar alerta y discernir cuando las personas tienen intenciones de poder y conductas abusivas. Detrás del comportamiento y del corazón enfermo de esas vidas hay un espíritu engañador qué los tiene atrapados.
En verdad también son víctimas de las tinieblas, como dice la Biblia: "Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad, / y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta." (2 Pedro 2:15-16)
Balaam era un profeta de Israel a quien el rey de Moab trató de contratar para que pronunciara una maldición contra el pueblo de Dios y de esa forma los moabitas pudieran derrotarlo en el campo de batalla. Dios se enojó con él y el ángel de Jehová se puso en el camino del profeta cuando éste iba montado sobre su asna, junto a dos criados.
Y cuando Balam la fustigaba con su vara cada vez que la burra tomaba un camino diferente, Dios habló por boca del animal diciendo: "... ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?" (Números 22:28). El ángel de Jehová Se dejó ver a los ojos de Balaam y le habló: "... ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí." (Números 22:32)
El camino de Balaam es la senda de quienes son capaces de vender sus almas y traicionar sus principios y al Señor con tal de obtener disfrutes carnales y de este mundo.
Sí por ganar dinero, obsequios o un cargo, alguien entra o se cambia de iglesia, está siguiendo el camino de Balaam. Si por interés en un varón o una dama cristianos alguien se acerca y simula espiritualidad, está siguiendo el camino de Balaam. Si alguien arde en deseo por un hermano casado o casada y le seduce con palabras aparentemente espirituales, es que está en el camino de Balaam. Si alguien cobra dinero por bendecir, orar o dar cualquier servicio espiritual está en el camino de Balaam. ¡El Señor nos aparte de ese camino de lujuria, ambición e hipocresía y tenga misericordia de nosotros!