
El cielo no es el Límite.
Nadie puede ponerle límites sin su autorización. La gente se rió cuando Eli Whitney mostró su desmotadora de algodón. Edison tuvo que instalar gratuitamente la luz eléctrica en un edificio de oficinas, antes de que alguien siquiera la viera. La primera máquina de cocer fue destruida en pedazos por una turba de Boston. La gente se burló ante la idea del ferrocarril.
La gente pensaba que ir a treinta millas por hora detendría la circulación de la sangre. Morse tuvo que rogarle a diez congresos antes de que alguien se dignara mirar su telégrafo» (anónimo). Sin embargo, para todos estos hombres el cielo no fue el límite. Cuídese de aquellos que se paran a lo lejos para reprobar cada idea nueva; el mundo se detendría si lo condujeran quienes dicen: «No se puede hacer».
«Buscad, y hallaréis» (Mateo 7.7). Alcanzamos logros en la medida de nuestro esfuerzo. Hay más gente persuadida a creer en nada que a creer en mucho. Jesús dijo: «Conforme a vuestra fe os sea hecho» (Mateo 9.29). Nunca está tan lejos de la respuesta como parece al principio. Nunca es bueno ni acertado mirar sin fe al futuro. Dígame lo que cree de Jesús y le daré algunos datos importantes de su futuro.
¿Cuál es la imagen que tiene de Jesús? ¿Es simplemente un buen hombre con buenas ideas? ¿O es el Hijo de Dios, nuestro abogado ante Dios, el Rey de reyes y Señor de señores? Muchos ya no esperan lo mejor, sólo esperan esquivar lo peor. Gran cantidad de personas escuchamos a la oportunidad llamar a la puerta, pero cuando desenganchamos la cadena, destrabamos el cerrojo, abrimos las dos cerraduras y apagamos la alarma... ¡ya se ha ido! Demasiadas personas pasan la vida mirando alrededor, hacia abajo o hacia atrás, cuando Dios dice que miremos hacia arriba. ¡El cielo no es el límite!