
Elabore un Plan
Todos necesitamos un plan para cada día. Incluso si nuestra idea es no hacer nada ese día, debemos planear esto y hacerlo con toda intención. No quiero que mi vida se vea controlada y manipulada por las circunstancias, mis propias emociones u otras personas.
Si hago algo, debe ser porque he decidido hacerlo. Espero que usted también quiera eso. Vivir mi vida «a propósito» ha llegado a ser muy importante para mí, y me ha llevado a un punto en el que vivo con mucho menos arrepentimiento que nunca.
Definitivamente pienso que necesitamos un plan para cada día, pero cómo hacemos la planificación depende por completo de nosotros y puede ciertamente acomodarse a nuestro propio temperamento. Tengo innumerables planes debido a que esa es la forma en que me gusta vivir.
¡Incluso ya he planeado qué comeré en el restaurante al que vamos a ir esta noche! Tengo varios amigos que se burlan porque planeo dónde, cuándo y qué voy a comer… ¡pero les gusta cenar conmigo, ya que casi siempre resulta muy bueno! Planeé ir al restaurante que visitaré esta noche desde hace una semana e hice las reservaciones para asegurarme de poder entrar. De esa forma no me sentiré decepcionada.
He planeado cuántas horas quiero trabajar hoy y las llamadas telefónicas que deseo hacer. Planifico mi día cada mañana, pero puedo adaptar la mayoría de las cosas si lo necesitara. Sin planes no tenemos dirección, y terminamos sin hacer nada o a lo sumo muy poco.
Quedamos sujetos a los caprichos de cualquier persona o cosa que llegue a nuestra vida. Justo ahora me siento satisfecha, porque casi acaba la tarde y he logrado terminar una gran cantidad de cosas, aunque aún tengo tiempo para relajarme y divertirme un poco.
Hacer los planes de que hablo no requiere una planificación complicada, solo es necesario que piense un poco en lo que desea hacer con su tiempo. Si hace un plan y necesita ser modificado, entonces sea flexible, pero al menos tenga un plan de algún tipo.
Es raro el día en que mis planes funcionan a la perfección o no tengo que hacer cosas que no he planeado, así que incluso planifico pensando en lo inesperado que pueda suceder. Siempre deje algún espacio en su horario para las cosas que no programó, y eso lo ayudará a evitar el estrés y la presión.
Cualquiera que piense que su día va a transcurrir perfectamente de acuerdo a sus planes, con seguridad terminará frustrado y decepcionado. Recientemente, tuve dos días seguidos en los que no cumplí mucho de lo planeado, sino que terminé pasando un día con mi hija inesperadamente y el otro con Dave.
El día después de que ocurriera esto, me encontraba hablando con el Señor y le dije: «Me siento frustrada, ya que no logré hacer mucho de lo que había planeado para los dos días pasados», y de inmediato lo escuché hablar en mi corazón diciéndome que la frustración era un desperdicio total de tiempo y no lograba otra cosa que hacerme sentir desdichada. Luego me recordó que mi relación con mi familia es muy importante y que por lo tanto había usado mi tiempo sabiamente después de todo.