Belleza de las Cenizas | Joyce Meyer
Ver lo mejor en cualquier situación y mantener una perspectiva positiva es posible solamente gracias a las promesas que encontramos en la Palabra de Dios. En Romanos 8:28, el apóstol Pablo dice: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito”. Observe que el versículo no dice que Dios dispone algunas cosas para su bien; dice todas las cosas. Cada situación, cada encuentro, cada prueba, cada frustración; Dios va a disponer todo para su bien.
Dios puede tomar incluso las cosas más difíciles por las que ha pasado y disponerlas para su bien. Isaías 61:3 dice que Él le dará “una corona en vez de cenizas” y “aceite de alegría en vez de luto”. Dios no provocó el dolor o la disfunción que ha sufrido, pero Él puede sanar sus heridas y usar aquello por lo que ha pasado para lograr algo hermoso; para su vida y la de los demás.
Cada situación, cada encuentro, cada prueba, cada frustración; Dios va a disponer todo para su bien.
Personalmente he encontrado que creer que Dios dispondrá algo bueno a partir de cualquier dilema actual que esté experimentando realmente me ayuda a pasar por ello con una actitud llena de esperanza. Es una promesa maravillosa que he visto funcionar vez tras vez tal como Dios promete. Funcionó así en mi caso: cuando tenía cáncer de mama, para vencer haber sido víctima de abuso sexual en mi infancia, cuando las amigas en las que confiaba se volvieron en mi contra y en otras situaciones incontables. Sin importar por lo que esté pasando en este momento, crea y diga: “Dios dispondrá esto para mi bien”, y usted sentirá como su humor mejora.
Disfrute la espera
Si le preguntara: “¿Cuál es uno de los momentos más difíciles para estar feliz y esperanzado?”; hay una buena oportunidad de que me diga que es cuando está esperando en Dios que responda una oración o supla una necesidad. Podría ser cuando está esperando en el tráfico, o esperando a su cónyuge a que se arregle para a ir a algún lugar con usted y se está haciendo tarde.
Podría ser cuando está esperando en la fila de la tienda de abarrotes y el cajero es nuevo y se está tardando mucho en registrar su compra. Podría ser esperar cambios en las personas por las que ha orado o incluso victorias en los hábitos contra los que ha luchado. Nunca es fácil esperar, pero es algo que todos tenemos que hacer de vez en cuando en nuestra vida. He conocido a muchas personas que pierden toda la paz y el gozo mientras están esperando.
Una de esas personas la conozco sumamente bien, ¡porque esa persona soy yo! Gracias a Dios, he avanzado a lo largo de los años, pero todavía estoy perfeccionando eso de “esperar bien”.