
Cómo identificar contra qué espíritu estás peleando. Recordemos que la palabra dice en el libro de Efesios, capítulo 6:12 "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huéspedes espirituales de maldad en las regiones celestes".
Es decir, Pablo declara, en lo que es la dirección que le da el Espíritu Santo, que nosotros no tenemos lucha contra sangre y carne. No es contra eso que luchamos, pero dice que hay una lucha que, aunque no es con carne ni sangre, existe. O sea que está la lucha, no es contra carne y sangre, pero es una lucha. No es que no tenemos lucha.
Una de las cosas que quiero recordar aquí hoy es que cuando nosotros decimos: "Ya el Señor ganó todas mis batallas, ya yo no tengo que pelear porque Jesús peleó por mí", esa actitud, ese sistema de pensamiento, le da ventaja al enemigo. Se la da porque cuando usted cree que usted no tiene que pelear, que usted no tiene lucha, obviamente el enemigo sabe que la tiene ganada con usted.
Y aunque ciertamente Jesús venció, y en Él somos más que vencedores, hay luchas. Jesús, hablando de esto, incluso dijo en una ocasión: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame". La Biblia dice: "Para que Satanás no tome ventaja de nosotros, oremos constantemente, no ignoremos sus maquinaciones. Él anda como león rugiente buscando a quien devorar".
Habla también acerca de la armadura de Dios con todos sus elementos. Así que sí tenemos una lucha, no es con sangre, no es con carne. ¿Qué significa que no es con sangre ni es con carne? Que no es con seres humanos. Que no está peleando con quien usted piensa que está peleando.
El Señor te está dando a ti el entendimiento para que tú sepas que el problema no es la tía, no es la abuela, no es el abuelo, es el espíritu.
No, la persona que usted cree que es su enemigo no es su verdadero enemigo. Es el vehículo del verdadero enemigo. Es el puente, es el instrumento. Porque así como Dios usa una boca para bendecir, Él usa una para herir. Así como Dios usa manos para llevar a cabo su obra, también Él usa manos para llevar a cabo la obra de él.
Entonces, quiero que tú sepas que los Espíritus, para poder moverse en la tierra, lo hacen a través de un cuerpo. La gente de Dios representa el reino de Dios, hace las obras de Dios, pero la gente que no tiene a Dios es usada por Satanás para atacar lo que es de Dios.
Entonces, Pablo dice con referencia a esto, no tenemos lucha contra sangre y carne, pero sí hay una lucha, y él dice que la lucha que nosotros tenemos es contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huéspedes espirituales de maldad en las regiones celestes. Hay una lucha, el tema es que el enemigo invisible usa un instrumento visible. Repito, el verdadero enemigo es invisible, solo se puede ver en el espíritu.
Entonces, ese enemigo invisible, que es el real enemigo, usa un instrumento visible al que tú constantemente confundes con tu verdadero enemigo. Entonces, qué pasa hoy, necesitamos aprender con qué espíritu estamos peleando. Cuántos están listos, no todos los Espíritus atacan de la misma forma.
Aquí, Pablo nos habla de rangos. Él comienza diciendo principados, luego que va, luego de potestades, que va gobernadores de las tinieblas de este siglo, luego qué y Fina que operan donde en las regiones celestes. Vamos a ver ese rango. Me interesa que usted se lo aprenda primero, principados, luego potestades, tercero y cuarto huéspedes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Esto tiene que ver con un rango jerárquico, es decir, los principados es un nivel de jerarquía alto dentro del reino de las tinieblas. Se cree que estos operan a nivel de potencias. Pero hay demonios asignados a países, hay espíritus inmundos asignados a familias, hay demonios asignados a la destrucción de una persona específica.
Y ¿qué pasa con esto? Que Satanás no siempre ataca igual. No sé si usted sabe que hay familias donde impera la violencia, hay otras familias donde impera el odio, hay otras donde impera la traición. Otras donde imperan la contienda, los pleitos, las enemistades, y usted ve que eso se pasa de generación en generación, eso no es humano, eso es espiritual.
Y si usted es parte de una familia así, usted tiene que comenzar a golpear en el espíritu, no la persona. No ha de volver con la misma moneda, no, no, no, no, no, no, no ha de maltratar, no a ponerte enemigos de la gente, no a golpear el espíritu que está usando a ese miembro de tu casa.
El Señor te está dando a ti el entendimiento para que tú sepas que el problema no es la tía, no es la abuela, no es el abuelo, es el espíritu. Es el espíritu que todavía no se le ha parado uno lleno de la presencia de Dios que le diga: "En mi casa, tú eres ilegal, te vas de mi familia, te vas de mi casa"