Una Mujer Maestra
Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse. 2 Timoteo 2:24
Martín Lutero dijo: “Debemos saber el modo de enseñar la Palabra de Dios correctamente, con discernimiento". Quienes influimos en otros, y esas somos todas, sabemos que hay muchos caminos para influenciar los pensamientos y acciones de otros.
Enseñamos porque Dios ama a cada persona tanto como nos ama a nosotras, y quiere que encontremos modos de guiar pacientes y cariñosos.
Como buenas maestras, implementamos una variedad de métodos, ¿pero cuáles funcionan? Aquellos que responden a las necesidades de los estudiantes. No estamos tratando de influenciar para que otros piensen exactamente como nosotras lo hacemos, porque sabemos que es bueno para ellos … aunque sea una idea tentadora.
Enseñamos porque Dios ama a cada persona tanto como nos ama a nosotras, y quiere que encontremos modos de guiar pacientes y cariñosos. Eres una maestra cada día, sin importar tu profesión. Enseñas a tener una actitud positiva, cuando señalas la luz del sol en lugar de las nubes.
Enseñas a ser reverente, cuando agradeces a Dios por los regalos del gozo y la provisión que disfrutas en tu vida. Enseñas humildad, al apartarte de tus propias necesidades para ofrecer apoyo cuando alguien lo necesita.
Dios te ha dado el don de la enseñanza, porque te ayuda a crecer en su abundancia. Como Albert Einstein describiera tan acertadamente: “El amor es mejor maestro que el deber". Como mujer de valor, tu amor es el regalo que ofreces, y cada persona que lo recibe aprende algo hermoso acerca de caminar en la luz. Sé una maestra paciente, como así también, una paciente alumna.
Karen Moore
Karen Moore es una escritora galardonada de libros inspiradores y devocionales cristianos para adolescentes y adultos, especialmente mujeres. Ella también es profesora y conferencista de literatura