CIÑENDO LA MENTE. Bosquejos Biblicos para Predicar 1 Pedro 1:13-16
I. La mente ceñida. «Ceñid» (V.M., RVR). ¿Tenemos aquí un eco de Juan 21:18? Parece probable. La figura de este pasaje se toma de la vestimenta suelta de los orientales. La ropa suelta atrapaba el viento y envolvía las piernas, lo que como resultado constituía un estorbo serio para la libertad de movimientos. Por ello, el que así vestía se recogía los faldones que le estorbaban, prendiéndolos de una faja que actuaba como cinto.
Un desorden similar puede darse de manera dominante en el reino del pensamiento y de los afectos. Nuestra vida puede que esté caracterizada por desorden mental. Puede que nuestros pensamientos no estén sujetos a disciplina. Hay muchos pensamientos mal hilvanados con respecto a las cosas divinas.
Ahora bien, el pensamiento indisciplinado es peligroso. Lo mismo que los ropajes sueltos, podría hacernos tropezar. Podría llevarnos a una vida descuidada e inconsecuente.Este concepto también es válido para el siglo XX.
El marinero o el minero se fajan para prepararse para tareas que demandan un esfuerzo particularmente intenso. De la misma manera, debemos «ceñir nuestras mentes» o «fajar nuestras mentes» para la gran tarea que tenemos delante de nosotros.
II. La mente fría. «Sed sobrios.» Esto es más que un mandamiento contra la intemperancia. Es un llamamiento a los pensamientos serios. La nuestra es una era frívola, mariposeante. Pero no confundamos la seriedad con la lobreguez. Debemos ser serios, pero no lóbregos. La traducción de Moffatt es «Manteneos fríos». Que los que padecen mantengan la compostura cuando caiga un golpe, y no hagan ninguna acusación maldiciente contra el Señor. «Que se mantengan fríos.» Una condición febril es peligrosa.
III. La mente controlada. La traducción de 20th Century es: «Ejercitad el más estricto dominio propio». Éste es realmente uno de los resultados de ceñirse.
IV. La mente obediente. «Como hijos obedientes.» La obediencia en relación con la santidad, y como una condición de la misma. Volveremos a tocar este punto.
V. La mente optimista. «Y esperad por completo», o «tened vuestra esperanza puesta completamente», como en la V.M. La referencia aquí no es a duración, sino a la calidad de la esperanza cristiana.
Obsérvese:
1. EL OBJETO DE LA ESPERANZA CRISTIANA. «Y esperad por completo en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo. » «Está siendo traída» (RV, margen), esto es, ya está en camino. Es un lenguaje muy notable. La luz de las lejanas estrellas puede precisar de siglos para llegarnos, pero está todo este tiempo desplazándose por el espacio.
De la misma manera, la gracia que ha de ser revelada cuando venga el Señor está ya de camino. 2. LA CALIDAD DE LA ESPERANZA CRISTIANA. «Esperad por completo.» Así, hay grados en la esperanza. La esperanza puede que sea débil al principio, pero debería desarrollarse y fortalecerse con el uso.