Romanos 8:31-39
¿Cómo se deletrea “victoria”? ¿Cómo deletrea Dios “victoria”? Con toda certeza no en términos de edificios, ni de dinero, ni de cosas similares, aun cuando estas cosas son importantes en la obra de Dios. El diseño divino para la victoria final de su pueblo es una vida abundante, llena del Espíritu. Victoria es Su pueblo viviendo vidas espirituales, saludables, ricas y sabias.
Pablo considera estos asuntos en el versículo 37 cuando dice que los creyentes somos más que vencedores; triunfadores, y sin embargo más que vencedores, súper-conquistadores. Pablo ofrece algunas consideraciones importantes acerca del creyente súper-conquistador, al enseñarnos cómo se deletrea victoria.
I. La Victoria Implica una Experiencia en el Campo de Batalla.
v. 37: “En todo esto,” se refiere a las experiencias que vienen a robarnos nuestra victoria. v. 36. Nuestra vida cristiana en ocasiones puede parece un matadero.
vv. 35-38. Aquí hallamos algunos de los oponentes en la batalla.
II. La Victoria Depende Totalmente del Señor
v. 38: “vencedores por medio de aquel que nos amó.”
(1 Corintios 15:57; Salmos 33:13-22; Proverbios 21:31)
v. 31: ¡Dios está de nuestro lado! El y yo hacemos mayoría.
v. 32: ¿Daría Dios lo mejor y retendría el resto?
vv. 33-34: Satanás no puede ganarle por más acusaciones que presente.
III.La Victoria Resulta de Reconocimiento
La salud física, riqueza y sabiduría se reflejan en la evidencia documentada.
Nuestra prosperidad espiritual está documentada en la palabra de Dios. Los sentimientos, circunstancias, acusaciones de Satanás no deben afectar la victoria que tenemos.
1. No hay condenación en Cristo, Romanos 8:1
2. No hay obligación de vivir según la carne, Romanos 8:5ss.
3. No hay frustración debido al sufrimiento, Romanos 8:19ss
4. No hay separación del amor eterno, Romanos 8:38-39.
RESUMEN DE APLICACIóN
1. No hay campo de batalla del que debamos regresar derrotados.
2. Hay uno que va a la batalla con nosotros y que nos asegura la victoria.
3. Hay un marco mental de reconocimiento que debemos desarrollar para vivir en la realidad de la victoria.