SABIDURÍA. Bosquejo bíblico para predicar de Santiago 1:5; 3:13, 15, 17.
La sabiduría era una magna palabra entre los judíos. Es precisa para cada área de la vida. La presencia de la sabiduría aquí en asociación con tentaciones es muy indicativa.
Es especialmente difícil comportarse sabiamente en tiempos de prueba, cuando uno es perjudicado o insultado. Pero la sabiduría de lo alto nos capacitará para ello. Refundamos la enseñanza sobre la sabiduría que aparece en esta breve Epístola.
I. Falta de sabiduría. Es posible que uno carezca de sabiduría. Esto se sugiere en las palabras: «Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría.» ¡Qué triste carencia! ¡Y a qué enredos nos puede llevar esta carencia!
II. La singularidad de la sabiduría. ¿Acaso Santiago dice: «Si alguno de vosotros carece de sabiduría, que se siente y reflexione, o que inicie un curso de estudio»? No. Así, la sabiduría que tiene en mente es absolutamente singular.
III. El origen de la sabiduría. Esta sabiduría es «de lo alto» (3:17), de Dios (1:5). Es del cielo, no de la tierra, que recibimos todas aquellas influencias llenas de gracia sin las que todo nuestro mundo sería sólo una gigantesca ceniza carente de vida dando vueltas por el espacio.
La luz y el calor, el brillo del sol y la lluvia, vienen de lo alto. Nuestra vida espiritual, así como nuestra vida terrenal, dependen de lo que viene de lo alto.
IV. La condición de la sabiduría. Su posesión sigue al «pedirla a Dios» (cf. 1:5). La oración conduce a alcanzar esta sabiduría.
V. La falsificación de la sabiduría. Éste es el extremo sugerido por 3:15. ¡Qué triste es engañarse, imaginar uno que es sabio! Pero la sabiduría que no viene de Dios es, en el mejor de los casos, solamente «terrenal», y posiblemente «sensual», e incluso «diabólica».
VI. La prueba de la sabiduría. «¿Quién es sabio e instruido entre vosotros? Pruébelo por una vida recta con un comportamiento conducido por un espíritu sabio y receptivo a la enseñanza» es la excelente traducción inglesa de Way de 3:13. La prueba coronadora de la sabiduría es nuestra «conducta» (3:13).
Es aquí en la lengua cuando tan frecuentemente fallamos, cuando somos sometidos a prueba. La sabiduría de lo alto influenciará nuestra lengua.
VII. Manifestación de sabiduría. La verdadera sabiduría es manifestada por la posesión y práctica de las siguientes excelentísimas cualidades registradas en 3:17; Es:
1 PURA.
2 PACIFICA.
3 CONDESCENDIENTE: «Cortés» en Way.
4 BENIGNA: no implacable.
5 LLENA DE MISERICORDIA: «compasión» en Way.
6 SIN PARCIALIDAD (RVR77 margen): esto es, exenta de favoritismos.
7 «SIN HIPOCRESÍA»: «exenta de toda insinceridad» (Way).