Dios es Amor
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 1 JUAN 4.16
Al decir: «Dios es amor», el apóstol está haciendo una declaración muy fuerte sobre el carácter y la esencia de Dios. Amar es la naturaleza misma de Dios; el amor impregna quién es Dios.
Qué maravilla es que Aquel que es fuego consumidor, Aquel que es luz inaccesible, sea también la personificación del amor
Esta declaración: «Dios es amor», es tan profunda que nada menos que Agustín la vio como una prueba importante de la doctrina de la Trinidad. Si Dios es amor, es decir, si el amor es intrínseco a su propia naturaleza, entonces Él ha amado siempre, incluso desde la eternidad pasada, antes de que hubiera cualquier objeto creado por su amor.
Agustín indicó que este amor debe haber existido entre las personas de la Trinidad, con el Padre amando al Hijo, y así sucesivamente. De modo que de acuerdo con Agustín, el mismo hecho de que Dios es amor corrobora la doctrina de la Trinidad.
Es evidente que el amor que este texto describe es una realidad eterna. Se desprende de la naturaleza misma de Dios y no es una respuesta a algo fuera de Dios. El apóstol no dice: «Dios está amando», como si estuviera hablando de uno de los muchos atributos divinos, sino que «Dios es amor», como si dijera que el amor domina e influye en todos sus atributos.
Sin duda, el amor moldea hasta los juicios de Dios. ¡Qué maravilla es que Aquel que es fuego consumidor, Aquel que es luz inaccesible, sea también la personificación del amor! Pospone sus juicios contra el pecado mientras suplica a los pecadores que se arrepientan. El amor divino no solo mantiene a raya la ira divina mientras Dios atrae al pecador, sino que también demuestra que Dios es justo cuando finalmente condena.