Jesús es Nuestro Refugio
VEN A MÍ cuando te sientas débil y cansado. Siéntete cómodo reposando en mis brazos. Yo entiendo tu cansancio, hijo mío. En realidad, lo que te ocurre me acerca más a ti porque tu necesidad activa mi compasión, mis ansias de ayudar.
Acéptate con tus debilidades sabiendo que yo entiendo cuán difícil ha sido tu caminar
Acéptate con tus debilidades sabiendo que yo entiendo cuán difícil ha sido tu caminar. No te compares con otros, que dan la impresión de que les va bien en todo. Su experiencia ha sido diferente a la tuya y yo los he dotado con energía en abundancia;
en cambio a ti, te he dado una fragilidad que haga que tu espíritu florezca en mi Presencia. Acepta este regalo como un tesoro sagrado: delicado pero irradiando una luz brillante. En lugar de esforzarte por encubrir o negar tus flaquezas, déjame bendecirte ricamente a través de ellas.
ISAÍAS 42.3; ISAÍAS 54.10; ROMANOS 8.26