Somos del Reino de Dios
TÚ ERES MÍO PARA SIEMPRE; nada puede separarte de mi amor. Ya que yo he invertido mi vida en ti, ten la completa seguridad que te cuidaré. Cuando pones tu mente en neutro y dejas que tus pensamientos fluyan libremente, tiendes a sentirte ansioso concentrándote solo en la solución de los problemas. Para poner de nuevo tu mente en marcha necesitas volverte a mí, trayéndote a ti mismo y a tus problemas a mi Presencia.
Tú eres mío para siempre
Cuando te das cuenta que nunca estás solo los muchos problemas se desvanecen instantáneamente a la luz de mi amor. Esos muchos otros problemas pueden quedar pero ocupan un lugar secundario ante conocerme y gozarte en la relación que yo francamente te ofrezco. A cada momento te enfrentas a la decisión de estar en mi presencia o en la presencia de esos otros problemas.
ROMANOS 8.3 8-39; ÉXODO 33.143