Vuestro Padre celestial.
Mateo 6:26
De la pluma de Charles Spurgeon:
El pueblo de Dios son sus hijos por partida doble: son de la familia por creación y son sus hijos por la adopción en Cristo. Por lo tanto, tienen el privilegio de dirigirse a Dios diciendo: «Padre nuestro que estás en el cielo» (Mateo 6:9). Padre. ¡Qué palabra tan preciosa!
La misma palabra tiene autoridad. Sin embargo, «si yo soy tu Padre, ¿dónde está mi honor? Si ustedes son mis hijos, ¿dónde está su obediencia?» El término Padre mezcla afecto con autoridad, una autoridad que no evoca rebelión sino una autoridad que exige una obediencia que se manifiesta alegremente y no se retendrá aunque fuera posible.
La obediencia que los hijos de Dios deben rendirle debe ser una obediencia en amor.
No encares el servicio al Señor como un esclavo que simplemente hace la tarea encomendada, sino sigue el sendero de sus mandamientos porque es el camino de tu Padre. «Presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia» (Romanos 6:13) porque la justicia es la voluntad de tu Padre y su voluntad será también la voluntad de sus hijos.