El Padrenuestro dice: "Venga tu reino y hágase Tu voluntad así en la tierra como en el cielo" Mateo 6:10. Los que no viven de acuerdo a la voluntad de Dios obviamente no son parte del Reino de Dios Romanos 1:18-32. Porque tenemos una naturaleza rebelde no es fácil obedecer a Dios.
Para poder hacer su voluntad necesitamos un nuevo corazón, "nacer de nuevo" 1 Juan 5:4. Hoy veremos como lograrlo. Hay dos reinos espirituales: El reino de Dios cuyo Rey es Jesús y el de las tinieblas cuyo rey es Satanás.
LOS DOS REINOS:
Colosenses 1:13
A. COMO ES LA VIDA EN EL REINO DE TINIEBLAS. Efesios 2:1-3
Cada uno vive como quiere v. 3. Por naturaleza somos rebeldes, nos resistimos a la autoridad y nos cuesta obedecer a Dios Romanos 8:7. No queremos que nadie se cruce en nuestros asuntos y que nos dejen vivir como queremos. La consecuencia es el Pecado.
Desde niños somos rebeldes, ya nacemos así Salmo 51:5, el pecado es una condición no una acción Romanos 7:14-24. ¿Dónde aprendieron los niños la desobediencia y la mentira? ¿Los mandamos a una escuela de desobediencia? Aún los más pequeños están más prontos a decir ¡No, no quiero! Que decir "sí, por supuesto haré todo lo que me dices" Romanos 3:10-12. Si Adán y Eva, después de desobedecer le hubieran dicho a Dios: "nos equivocamos, perdón", Dios los hubiera perdonado y la historia sería diferente.
Sexo de solteros, y sexo fuera del matrimonio. Esta rebelión intrínseca se nota en que aunque sabemos los mandamientos de Dios, no los obedecemos Romanos 7:18. La mayoría de los jóvenes vive en fornicación porque tienen sexo siendo solteros y muchos casados viven en adulterio porque tienen sexo fuera del matrimonio.
Esto es común aún entre los bautizados, que llevan una cadenita con una cruz y tienen una imagen cristiana en su casa, pero viven en el Reino de Tinieblas 1 Juan 5:18-19.
Peleas, mentiras, divorcios. Por no vivir en santidad e integridad no tenemos paz con Dios, ni con nosotros mismos, ni con los demás. Esto nos baja la estimación propia y estamos ansiosos y nerviosos. Mentimos para tapar pecados, discutimos, y a veces hasta maltratamos a nuestros cónyuges e hijos y somos infelices Gálatas 5:19-21. Por eso hay tantos divorcios.
Pobreza, infelicidad, preocupación y angustia. La vida de pecado afecta a toda la familia. El pecado trae pobreza, ansiedad y angustia. Muchos hogares son un infierno. Al ver a sus padres pelear los hijos se sienten inseguros. Esto afecta sus estudios, sus sueños se truncan y se pasa la maldición a la siguiente generación.
Este ciclo que viene de nuestros antepasados debería terminarse aquí y ahora. Desde nosotros en adelante, todo debe cambiar y comenzar ¡una Vida Nueva! Romanos 8:1. Esta Iglesia está apara ayudar a los que así lo deciden.
Hijos rebeldes, alcohol, vicios, maldiciones, supersticiones. Esto es el Reino de Tinieblas. Por eso nuestros países son pobres. A veces buscamos soluciones ilusorias, atajos fáciles consultando a brujos, que nos lean las cartas y practicando espiritismo, que son parte de este Reino de tinieblas y nos esclaviza aún más Santiago 3:14-16.
La solución está solamente en conectarse con Dios Juan 15:5. Toda esta angustia comenzó cuando Adán y Eva fueron seducidos por Satanás, desde allí, todos nacimos en estas Tinieblas Efesios 2:2.
Aunque no vivas tan mal ¿tienes la seguridad de tu salvación? Hay personas más decentes que otras, pero nadie puede decir que nunca ha pecado.
¿Si muriéramos hoy, sabemos a donde vamos? ¿Estamos seguros de nuestra salvación? Nadie está seguro porque somos conscientes de nuestros errores e imperfecciones. Por eso todos, los que pecamos mucho y los que pecamos poco, todos necesitamos un Salvador Romanos 3:10.
B. COMO ES LA VIDA EN EL REINO DE DIOS. Efesios 2:4-10
Hay seguridad de salvación porque en el Reino de Dios, no somos nosotros los que tenemos que salvarnos por nuestras obras sino que es Dios quien nos salva. Como resultado de esa salvación podemos lograr todo lo siguiente:
Se ama a Dios y al prójimo Romanos 13:8. El reino de Dios es lo opuesto al de Tinieblas. En Dios "Hay gozo, justicia y paz en el Espíritu Santo" Romanos 14:17. Hay amor a Dios, a los padres, a los cónyuges, a los hijos, a los vecinos y al prójimo Romanos 13:9-10, y hasta al enemigo Mateo 5:44. Porque el Reino de Dios es un reino de amor.
Se ama al cónyuge, a los padres, amigos y enemigos Efesios 5:25. El marido o la esposa son los que notan primero notan que se acercaron a Dios, porque se aman más y comienzan a tratarse mejor. Comienza a reinar la paz en el hogar y los hijos comienzan a obedecer al ver el cambio en sus padres Efesios 6:1-2. También los amigos y hasta los enemigos notarán el cambio porque seremos personas de paz.
Se vive una vida limpia Efesios 4:22-32. Los matrimonios son fieles a su cónyuge, se crían los hijos en la gracia de Dios, para que estudien, logren lo que no lograron sus padres y lleguen a ser líderes íntegros de la sociedad como profesionales, hombres y mujeres de negocios y políticos decentes.
Vivir santamente es no mentir, no decir malas palabras, ni robar, ni emborracharse, ni drogarse, ni ser comilón compulsivo. Se cuida la salud y se procura ser un ejemplo a la familia, a los amigos y al vecindario.
Se hace la voluntad de Dios, somos obedientes a Él. "Venga tu Reino, Tu voluntad sea hecha en la tierra como en el Cielo." Cuando uno tiene al Espíritu Santo desea vivir en pureza y obedecer a Dios. El reino de Dios es una comunidad que se caracteriza por la obediencia a Dios Colosenses 3:1-10.
Se cría a los hijos en los caminos del Señor Efesios 6:4. En la Iglesia hay clases para todas las edades: preescolares, primarios, secundarios, college y universidad. Hay cursos especiales para matrimonios, padres e hijos, para mejorar la personalidad, para ayudar a alcohólicos y sus familiares, para caballeros, para damas, etc. La Iglesia es un lugar donde todas las necesidades emocionales encuentran alivio y hasta solución. Cuando uno vive en el reino de Dios, trae a su familia a la Iglesia Hebreos 10:24-25.
C. COMO NOS LIBRAMOS DE LAS TINIEBLAS
Dios nos ama. Él vio como Satanás sedujo, engañó y cautivó a nuestros primeros padres, Adán y Eva, y lo sigue haciendo con nosotros. Pero como es nuestro padre y siempre nos amó, perdonó y envió a su hijo para librarnos y salvarnos Juan 3:16.
Con su sangre preciosa derramada en la cruz, Jesús pagó el rescate que requería Satanás 1 Pedro 1:18-19, Jesús nos redimió y nos libró del Reino de las Tinieblas para trasladarnos a su Reino Colosenses 1:13. La Cruz es el símbolo de nuestra liberación y salvación Colosenses 1:19-20. Los que nos libra del mal es creer en Jesús, confiar en su sangre preciosa, en su cruz, en el precio que él pagó. Entonces Dios nos recibe con alegría como el Padre al hijo pródigo Lucas 15:11-24.
Cristo es el único y suficiente Salvador. No hay otra forma de salvarse. Hacer algunas obras buenas no alcanza para liberarse de Satanás. Una deuda millonaria no puede pagarse con unas monedas. Si uno pudiera salvarse a sí mismo no hubiera hecho falta un Salvador.
El precio del rescate era mucho más que algunas obras buenas o un esfuerzo humano, requirió la intervención de Dios mismo Efesios 2:8-9. Solo la sangre preciosa de Jesucristo nos libra del mal 1 Juan 1:7.
Hay muchas religiones, pero ninguna salva, porque entre tantas, ¿cuál es la verdadera? Jesús hay uno solo. El único Hijo de Dios que nació de una virgen y resucitó de los muertos. El solo es el Salvador Hechos 4:12. Hay muchísima gente que viene a la Iglesia pero no conoce la salvación que da Jesús.
Tenemos que morir y nacer de nuevo Juan 3:3, terminar nuestra vieja vida de pecado y comenzar una vida totalmente nueva Colosenses 3:5-11.
D. COMO MORIR Y NACER DE NUEVO, Romanos 6:1-8.
Yo morí a la vieja vida en Cristo Romanos 6:6. La vieja vida es rebelde por naturaleza, para librarnos de ella necesitábamos morir y resucitar a una vida nueva en el Reino de Dios Juan 3:3. Cristo no necesitaba morir porque él era santo y puro, murió única y exclusivamente por nosotros, es como si nosotros mismos hubiéramos muerto Gálatas 2:20. "Si uno murió por todos, luego todos han muerto, para que los que viven no vivan más para sí mismos sino para aquel que murió y resucitó por ellos" 2 Corintios 5:14-15.
Jesús nos proveyó esa muerte y resurrección que necesitábamos. En el regalo que él nos hizo para salvarnos, usémoslo.
Yo fui sepultado en Cristo. "Nosotros fuimos sepultados con él" Romanos 6:4. Cómo él hacía todo esto por nosotros, nosotros debemos considerarnos muertos y sepultados con él Romanos 6:11.
Yo resucité en Cristo para vivir una nueva vida 1 Corintios 5:17, Porque yo creo esto, puedo vivir una vida nueva y diferente Colosenses 3:1-3.
El murió, fue sepultado y resucitó para nosotros. Al creer en Jesús, su muerte, sepultura y resurrección se nos transfiere a nosotros, se nos imputa, cuenta como nuestra. Muero a mi vieja persona pecadora, soy sepultado para terminar del todo con ella y resucito para ser una nueva persona capacitada para obedecer a Dios.
El bautismo por inmersión ayuda a visualizar esta experiencia. En los primeros siglos el bautismo era por inmersión. Aún existen las ruinas de los bautisterios que se usaban. Ahora se simplificó a un poco de agua. En el bautismo por inmersión, como el de Jesús en el Río Jordán, uno baja a las aguas, es sumergido por el pastor y luego levantado, lo cual es un símbolo de ser sepultado y resucitar Romanos 6:4.
E. QUÉ DEBEMOS HACER AHORA, Hechos 2:37-38, 41-42.
Aceptar a Jesús y recibir su perdón y amor. Por estar conscientes de nuestra imperfección, quizá creímos que no merecíamos el perdón de Dios. Pero al Saber que Dios nos ama, volvemos a él y nos reconciliamos con nuestro padre.
Dios y su Hijo hicieron su parte. Nos ofrecen su salvación y su amor. ¿Cómo responderemos nosotros? Si recibimos a Jesús, volvemos al Padre y a la familia de Dios. Al recibir a Jesús volvemos a sentirnos Hijos de Dios Juan 1:12-13.
Arrepentirnos y dar la espalda al pecado. Es algo automático, si antes daba la cara al mal y la espalda a Dios, al darme vuelta y dar la cara a Dios, le daré la espalda al mal. Esto se llama conversión.
Queremos cambiar los valores negativos por valores positivos. Debemos tener un deseo grande de tener paz con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo.
Pedir a Jesús entrar a mi vida.
Nosotros no podemos lograr este cambio sin su ayuda. Muchas veces prometimos obedecer a Dios y luego no cumplimos. Pero ahora estando en Cristo será diferente, él mismo me ayudará. Así como el Padre mandó al Hijo al mundo a morir por nosotros, ahora el Padre y el Hijo mandaron al Espíritu Santo para que nos dé el poder y la capacidad de obedecer, Ezequiel 36:26-27, Juan 16:13-15,
F. INVITACIÓN, Juan 1:12-13.
Jesús dice: "Yo estoy a la puerta de tu corazón y llamo; si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré a ti y haré fiesta contigo" Apocalipsis 3:20.
San Juan dice: "A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el poder de convertirse en hijos de Dios." Juan 1:12.
San Pablo dice: Ahora, pues, no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús Romanos 8:1.
Voy a pedir que pasen aquí al frente y se arrodillen ante Dios
Los que se dan cuenta que Cristo está llamando a la puerta de su corazón y quieren recibirlo para tener vida eterna.
Jesús es el Salvador, viene para perdonarnos, librarnos de toda condenación y ayudarnos a comenzar a vivir una vida nueva. Los que le quieren recibir, pasen.
Jesús es el Rey y Señor del Reino de Dios. Desde ahora nuestro placer será amarlo y servirlo a él en su Reino. Los que quieren entregarse a él, pasen.
Una vez adelante repitan esta oración:
"Padre Dios, perdóname. No me animaba a venir. Me sentía inmerecedor. Hoy tengo fe. Creo que me amas. Gracias por traerme aquí y llamarme. Abro mi corazón a ti. Tú eres mi Salvador. Ahora entro a tu Reino. Tú eres mi Rey. Te amaré y serviré, todos los días de mi vida. Amén." ¡Demos gracias a Dios! Digamos: Estoy seguro que soy salvo porque he confiado en Jesús mi Salvador 1 Juan 5:13.
Los ancianos y ayudantes pongan las manes y bendigan las personas.
G. RECOMENDACIONES FINALES
1. LA SEGURIDAD DE MI SALVACIÓN
"A todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, él les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" Juan 1:12
"El que cree en el Hijo, tiene vida eterna" Juan 3:36
"Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna." 1 Juan 5:13
¡Bienvenidos al Reino de Dios! Esto es el comienzo de una vida nueva. Hemos nacido de nuevo para Dios. Ahora somos personas espirituales y trataremos de conocer más a Dios y su salvación que hemos recibido hoy. Estos consejos nos van a ayudar:
Hable con Dios. Separe unos minutos cada mañana y luego manténgase conectado con Él todo el día.
Lea el Nuevo testamento un capítulo cada día.
Venga a la Casa De Dios. Hágase el hábito de venir cada domingo.