He admirado el punto de preparación que tenían los atletas; Algunos venían entrenándose desde la niñez. Para batir nuevos récords la dedicación tuvo que ser sumamente intensa.
Lo que más me impacta es que la participación es de pocos minutos o, en algunos casos, sólo segundos. Años de preparación , varias horas por día, todo para una competencia que se define en un tiempo mínimo, aparentemente desproporcional al período de adiestramiento.
También el obstinado diablo compite con Dios. La estrategia que usó al principio con Eva y sus descendientes le dio algunas resultados, Hasta que Jesucristo lo derrotó definitivamente, y hoy nosotros somos vencedores por medio de él.
La Persistencia Satánica
Hubo un atleta espiritual preparado por Dios: David. Satanás también entreno a su pupilo: Goliat. Estaba en juego si los israelitas sería esclavos de los filisteos, o si estos sería tributarios del pueblo de Israel (Samuel 17:9).
Ciertamente, la estrategia satánica a través de Goliat fue efectiva . Este campeón de los filisteos descendía hasta el campamento israelita y desafiaba a cualquiera que quisiera luchar contra él. El gigante era impresionante, hombre diestro para la guerra, casi de 3 metros de altura, con una especie de armadura de 60 kilogramos de peso, armado de una lanza con una punta que pesaba unos siete kilos.
Durante cuarenta días estuvo desafiando al ejército de Israel . Lo hacía a la mañana y a la tarde; lo veían dos veces al día, en total 80 veces. Aquí podemos aprender algunas lecciones de valor espiritual.
Así como los israelitas se debilitaban más y más ante cada aparición de Goliat, También los hijos de Dios se debilitan cuando permanecen ante la tentación constantemente, o ante situaciones difíciles en el hogar, el medio ambiente agresivo, el apremio económico, día a día, hora tras hora, minuto a minuto, siendo bombardeados por la radio, la televisión, los diarios, los compañeros, etc. El estar constantemente frente a los problemas hace que estos tomen un tamaño gigantesco.
La dirección del "gimnasio" de Dios: Mateo 6:6. Hay un cartel que lo distingue : "Cámara secreta de oración".
El ejercito de Israel veía a Goliat dos veces al día y escuchaban sus provocaciones e insultos que los humillaba. A la noche, ¿con quién les parece que soñaban pesadilla? ¡Con Goliat! Cualquier ruido extraño ya creía que era el gigante contra ellos. Estaban nerviosos, se acusaban unos a otros; cada vez se veían más acobardados.
Algunos ya veía a Goliat como de 4 o 5 metros, tremendamente fieros e invencible. La persistencia satánica de presentarse ante nosotros con sus provocaciones hace que veamos las situaciones difíciles, imposibles de solucionar y sufrimos hasta desmayar, damos lugar a la queja, permitimos la rabia, y todo habla de nuestra impotencia.
Por otro lado, Goliat frente al pueblo de Israel, al no encontrar a nadie que lo frenase, que reaccionara, se agrandó más. Cuando no nos defendemos ante la primera provocación y nos quedamos tímidos, mirando como crece el problema, la segunda y la tercera vez son peores. Cuando alguien cedió a un pecado, sea lo que fuere, es probable que siga cediendo.
La Preparación De un Campeón
Dios tenía para los filisteos, para Goliat y para los mismos israelitas. Hacía tiempo que venía preparando a su nuevo campeón, casi un desconocido para todos. Hacía tiempo que se había dedicado a él, desde su embrión (Salmo 139:16). David pasó mucho tiempo a solas en el "gimnasio" de Dios. Allí practicó con la alabanza, con la contemplación, con la meditación, con el clamor, con el alegrarse en Dios, con aclamarlo.
Esto último se ve que fue tan útil para él que dijo: " Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte… porque tú eres la gloria de su potencia y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder" (Salmo 89:15-18).
Fue en la soledad donde conoció y admiró a su Señor y "entrenador" que le enseño sus secretos: tantos que David dijo: "¡Cuán precioso me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero se multiplican más que la arena" (Salmo 139:21,22).Fue en la soledad donde Dios lo conscientizó de su rival, tanto que llegó a preguntar : ¿ No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra tus enemigos?"(Salmo139:21,22).
Fue en la soledad con Dios que le vio como un castillo fuerte, el escudo a su alrededor, como el varón de guerra, su roca, su ayudador. En la soledad lo vio como el que reina "y se vistió de magnificencia, se ciño de poder"( Salmo 93:1); lo vio en su trono estable por los siglos.
Fue también en esa soledad que como buen entrenador, el Señor le hizo practicar no con muñecos siso con los más poderosos del reino animal, con osos y leones. Era tal el entrenamiento que tenía que matar a los leones tomando el arma de ellos más temibles 9 a saber, la quijada). Lo mismo hizo después con el gigante : tomo su misma espada y le cortó la cabeza.
Mentalizado así, David contemplaba como Goliat se pavoneaba intimidando al ejército de Israel día a día terminando con la resistencia de estos, a tal punto que al ver al gigante, "huían de su presencia y tenían gran temor".
¡ Cuántos de los que están leyendo esto están pretendiendo ganar alguna batalla sin entrenamiento! Les doy la dirección del "gimnasio" de Dios: Mateo 6:6. Hay un cartel que lo distingue : "Cámara secreta de oración".
Allí serás atendido personalmente por el dueño, ¡ Aleluya! Muchos entusiastas han pasado por allí que luego han desertado; pero los que quedaron son los campeones de Dios. Te animo a que te unas a la compañía de vencedores, esos que no hacen más que vencer por medio de Aquél que nos amó.