TU CORAZÓN, TU VIDA
Cuando me senté a esbozar el libro El regalo del viajero, hice una lista de personas que a lo largo de la historia personificaban mejor cada una de las decisiones que debía tomar. Al llegar a una de las más importantes decisiones: «Tengo un corazón decidido; mi destino está asegurado», Cristóbal Colón prácticamente saltó hacia mí.
Colón, con todos sus defectos, personificaba a una persona con un corazón decidido.
Una de las características de alguien con un corazón decidido es que es dueño de su decisión. «Si estás conmigo, magnífico; si no estás conmigo, estupendo. Yo voy. Tengo un corazón decidido. Puedes participar en el proceso o no. Y si estás contra mí, no me importa lo que pienses o digas».
A Colón no le importó lo que alguien pensara o dijera, y francamente fuera de tu junta personal de directores, no te debería importar la opinión de nadie. A medida que te embarcas en tu viaje con un corazón decidido puedo prometerte que rugirá el lloriqueo de tu gallinero personal de escépticos y no muy buenos amigos.
¡Te sorprenderás! Las personas que creías que estarían a tu lado, pero que no lo estarán, podrían conformar un grupo más grande del que te imaginabas. Si te preocupas por lo que los demás piensen, tendrás más confianza en sus opiniones que en las tuyas propias.
Una de las características de alguien con un corazón decidido es que es dueño de su decisión.
Tu futuro no depende de las opiniones o del permiso de otros.
Si tienes miedo a las críticas tendrás poco efecto en el mundo. Las críticas proliferarán, y si te apocan te ahogarás en sus aguas profundas. Cada vez que haces algo absurdo según los estándares de los demás, estos se pondrán a rebuznar como burros.
SI TE PREOCUPAS POR LO QUE LOS DEMÁS PIENSEN, TENDRÁS MÁS CONFIANZA EN SUS OPINIONES QUE EN LAS TUYAS PROPIAS.
¿Quieres saber por qué pasa esto?
Lo siento, no tengo idea.
Esto ha sucedido en mi propia vida. He visto que ocurre en las vidas de amigos, y lo he presenciado mientras personas se esfuerzan por lograr algo grande; y las críticas provienen de la nada.
No sé por qué las personas se sienten tan amenazadas por su propia percepción de tu éxito, que se las arreglan para convertirte en el centro de sus vidas. Sin embargo, sé que no puedes permitir que ellas se conviertan en el centro de la tuya.