Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.
[ MATEO 22:37 ]
Ahonda profundamente en cada corazón y lo encontrarás: un anhelo de significado, una búsqueda de propósito. Tan cierto como que un niño respira, algún día se preguntará: ¿Cuál es el propósito de mi vida?
Algunos buscan el sentido en una carrera. “Mi propósito es ser dentista”. Buen trabajo, pero una mala razón para vivir. Eligen ser “hacedores” humanos en vez de “seres” humanos. Lo que son es lo que hacen; por consiguiente, hacen mucho. Trabajan muchas horas porque si no trabajan, no tienen una identidad.