El Saber no es la Respuesta
Eclesiaste?s 1.12
¿Te acuerdas cuando pensabas que sabías más que tus padres o maestros?
¿Por que? la búsqueda de la sabiduría era tan penosa para el Predicador?
Un rasgo universal del ser humano es la curiosidad. El niño desarma su juguete. La vecina saborea los últimos chismes. El explorador cruza el río, el mar o el espacio para descubrir algo nuevo.
El Predicador, tomando palabras del rey Salomón, dice que él también se dedicó a investigarlo todo. Llegó, por lo menos, a tres conclusiones.
Primero, que el saber es una carga difícil. A veces los problemas que enfrentamos tienen solución, pero otras no. Casi todos tenemos, por lo menos, un ‘problema sin solución’ en la vida, y no sabemos qué hacer. Como dice el versículo 13, ¡a veces resulta humillante!
Segundo, la sabiduría que encontramos “en este mundo” (o según una versión anterior, “debajo del sol”) es vana (v. 14). Aunque el hombre haya logrado penetrar los secretos del átomo mismo, sigue habiendo violencia, hambre, miseria. Es como atrapar mariposas mientras se quema la casa. Hemos adquirido mucho conocimiento, pero no la verdadera sabiduría.
Tercero, hay algo horriblemente distorsionado en el pensamiento humano. Es como si nos hubiéramos desviado del camino. El Predicador coincidiría de buena gana con las palabras del apóstol Pablo en Romanos 1.21: