Ahora vamos a considerar el arte sutil de sentirse estúpido. La mayoría hemos llegado a ser muy hábiles en esto. En realidad, a veces pareciera como que la vida está intencionalmente desafiada para despojarnos de la dignidad y hacernos parecer ridículos.
Mi amigo Matías seguramente está de acuerdo. Cuando era un estudiante universitario tuvo una de esas pequeñas e inesperadas experiencias que hacen a una persona sentirse como tonta. A la hora del almuerzo estaba en el recinto universitario y decidió comer algo rápido al aire libre.
Fue al restaurante, compró una hamburguesa, papas fritas y un batido de chocolate. Llevaba su almuerzo, además de su portafolios, unos papeles y un par de libros, y se fue caminando en busca de un lugar donde almorzar, pero todas las mesas estaban ocupadas, y en ninguna parte había un sitio donde acomodarse.
Se quedó allí, de pie, observando a los otros estudiantes que sentados a las mesas comían y charlaban tranquilamente. Mientras esperaba que alguien decidiera irse, el aroma de la comida lo estaba matando de hambre.
Entonces se inclinó para sorber un poco del batido de chocolate que llevaba. Pero en vez de ponerse la pajita en la boca, se la puso adentro de la nariz. La reacción natural hubiera sido bajar el vaso con chocolate y levantar la cabeza.
Eso fue lo que precisamente Matías hizo, pero resultó ser un gran error. La pajita se quedó metida en su nariz y se salió del vaso de chocolate. Y él en ese momento no tenía una mano libre para ayudarse. Allí estaba Matías, enfrente de cientos de sus compañeros, con una pajita colgándole de la nariz y el batido de chocolate chorreándole por los pantalones.
Fue solo un instante y algo que nadie más recordará, excepto Matías. Él nunca lo olvidará. ¿Por qué? Porque le hizo sentirse como un verdadero tonto. ¿Has estado tú alguna vez en una situación parecida?
Tan dolorosas circunstancias como esas, son casi universales en la experiencia humana. En una ocasión o en otra, todos hemos estado allí. Mark Twain dice que los seres humanos son los únicos animales conocidos que se ruborizan, o necesitan hacerlo.