La Envidia es la Más Ridícula de Todas las Ideas | John Mason
LA ENVIDIA ES LA MÁS RIDÍCULA DE TODAS LAS IDEAS, porque no se puede sacar ni una sola ventaja de ella. Un antiguo adagio dice: «Cuando usted compara lo que quiere con lo que tiene, va a ser desdichado. En cambio, compare lo que merece con lo que tiene y va a descubrir la felicidad». Lo que causa tantos problemas no es tratar de tener todo lo que tiene su vecino, es tratar de sobrepasarlo.
Washington Allston reflexionó:
La única competencia digna de un hombre es consigo mismo.
Nada lo va a atrasar más que cuando trata de mantenerse al nivel de las personas que han llegado allí.
Si la envidia fuera una enfermedad, la mayoría de la gente estaría enferma. Frances Bacon observó: «La envidia no tiene días feriados. No descansa». La envidia que nos compara a otras personas es necedad.
Pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos.
—2 CORINTIOS 10.12
Jesús nos advierte: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mateo 7.1). La envidia es una de las formas más sutiles de juzgar a los demás. Richard Evans dijo: «Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener o no tenemos, echen a perder que disfrutemos lo que tenemos o podemos tener».
Lo que hace que estemos descontentos con nuestra condición personal es la creencia absurda de que otras personas son mucho más felices que nosotros. Thomas Fuller advirtió: «La comparación, más que la realidad, hace que los hombres sean felices o desdichados».
Hay muchos caminos que llevan a una vida sin éxito, pero la envidia se encuentra entre los más cortos.
Helen Keller aconsejó:
En lugar de comparar nuestra situación con la de aquellos que son más afortunados que nosotros, la deberíamos comparar con la situación de la gran mayoría de nuestros semejantes. Entonces veremos que estamos entre los privilegiados.
Lo único que consume la envidia es el propio corazón de ella. Es una clase de admiración hacia aquellos a quienes usted menos quiere alabar.
Un proverbio irlandés dice: «Usted tiene que crecer por sí mismo, no importa lo alto que haya sido su abuelo». Encontrará que es difícil ser más feliz que otros si cree que ellos son más felices que usted. Cuando piensa en otros todo el día, el resultado será una visión distorsionada de usted y de ellos.
Lo que usted está haciendo parece más pequeño; lo que ellos están haciendo parece más grande. Ellos parecen ser más felices, lo que lo entristece a usted. Ellos se ven perfectos y lo único que puede ver son sus propios problemas. Cuando usted está verde de envidia, está maduro para las dificultades.
Juan Crisóstomo dijo: «De la misma manera que una polilla destroza una prenda de vestir, así la envidia consume a un hombre». La envidia produce el barro que el fracaso arroja al éxito. Hay muchos caminos que llevan a una vida sin éxito, pero la envidia se encuentra entre los más cortos.