¿Por qué es importante Orar?
Jesús dijo en Mateo, capítulo 6, versículos 6: "Pero tú, cuando ores, apártate a solas, cierra la puerta detrás de ti y ora a tu Padre en privado". La oración es importante por varias razones.
En primer lugar, la oración es importante porque todo lo que Dios hace en la tierra lo hace en respuesta a nuestras oraciones. Aunque Dios es todopoderoso y soberano, respeta nuestro libre albedrío y no interviene en nuestra vida a menos que se lo pidamos.
En segundo lugar, orar es importante porque nos permite declarar en la tierra lo que Dios ya está declarando en el cielo. Jesús intercede por nosotros en el cielo, y cuando oramos, debemos declarar aquí en la tierra lo que ya está escrito en la Palabra de Dios.
Además, la oración nos permite levantar nuestras manos, dar gracias, alabar y adorar a Dios. También nos brinda la oportunidad de entregarle nuestras cargas, cansancio, frustraciones, deudas y preocupaciones, sabiendo que Él cuida de nosotros.
La oración también nos desafía a perdonar a aquellos que nos han hecho daño. Debemos perdonar diariamente a quienes nos lastiman. Asimismo, en el lugar de oración, abrimos nuestro corazón y expresamos nuestros sentimientos, pero también profetizamos vida, hablando el fruto del Espíritu en nuestra vida.
La oración es un compromiso de por vida, no solo un evento puntual. Debemos ser personas de oración, intercesores que puedan cambiar el destino de su familia y nación con sus oraciones. Debemos buscar la unción de oración, alabanza, intercesión y guerra espiritual.
la Oración es un tiempo sagrado en el que nos apartamos del ruido y las distracciones para buscar Su presencia
Hagamos un compromiso con Dios de ser personas de oración, dejando que Él quite todo aquello que nos impide serlo. En su presencia encontramos paz y confianza. Queremos que Dios esté cerca de nosotros, guiándonos siempre. Este es un llamado a ser personas de oración, a buscar una vida de comunión constante con Dios. Que la paz y la confianza en Dios nos acompañen siempre.
La importancia de la oración trasciende los límites del tiempo y espacio. Es un acto de comunión con Dios que nos conecta con Su poder y voluntad. A través de la oración, podemos experimentar el poder transformador de Dios en nuestras vidas y en el mundo que nos rodea.
La oración es un canal de comunicación directa con el Creador del universo. Nos permite acercarnos a Él, expresar nuestros anhelos, necesidades y preocupaciones, y buscar Su guía y dirección. En la oración, encontramos consuelo en tiempos de aflicción, fortaleza en momentos de debilidad y esperanza en medio de la adversidad.
Además, la oración es un recordatorio constante de nuestra dependencia de Dios. Reconocemos que sin Él, no podemos hacer nada. Nos humillamos ante Su grandeza y nos rendimos a Su soberanía. En la oración, renunciamos a nuestro orgullo y nos sometemos a Su voluntad, confiando en que Él tiene el control de todas las cosas.
La oración también es un acto de fe. Creemos que Dios nos escucha y responde nuestras oraciones de acuerdo a Su perfecto plan y tiempo. Aunque no siempre entendamos Sus caminos, confiamos en Su amor y sabiduría. La oración nos ayuda a mantener nuestra fe en medio de las pruebas y a esperar con paciencia las respuestas de Dios.
Por último, la oración nos invita a cultivar una vida de intimidad con Dios. Es un tiempo sagrado en el que nos apartamos del ruido y las distracciones para buscar Su presencia. En ese encuentro, experimentamos Su amor, gracia y paz que sobrepasa todo entendimiento. La oración nos ayuda a crecer espiritualmente y a conocer más profundamente el corazón de nuestro Padre celestial.