Tú lo puede llamar Mefistófeles, Belcebú, Lucifer o Demonio.
Pero no importa como se llame, satanás vive y bien. El culto a satanás, la hechicería, las practicas ocultas se han incrementados en estados unidos. Aun mas, existen “iglesias” a lo largo de este país dedicado al culto de satanás.
¿Quién es satanás? La primera cosa que viene a la mente cuando alguien menciona el diablo es un ser rojizo, con cuernos largos, cola puntiaguda y un tridente grande.
Para otros que actualmente no creen en su existencia, “Satanás” es simplemente una forma de referirse a la idea o presencia del mal en el mundo. Ahora bien, la Biblia revela que Satanás es una criatura real, personal y poderosa que permanece activa en nuestro mundo (Lucas 4:1-13).
¿De dónde vino satanás? El diablo fue en otros tiempos el ángel más bello en el cielo. Conocido como lucifer, Fue el segundo en el trono de Dios (Ezequiel 28:12-15). Pero por su deseo de der como Dios, se revelo contra Dios y fue expulsado del paraíso con una tercera parte de todos los ángeles (Apocalipsis 12:4). Así pues, satanás y todos sus demonios seguidores son realmente ángeles caídos.
¿Qué hace satanás? La biblia llama a satanás “en los cuales el Dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de cristo” (2 corintios 4:4).
Satanás es enemigo poderoso de los creyentes (Efesios 6:11-18). Debemos tomarlo muy en serio, sin olvidar que está llevando a cabo una verdadera guerra espiritual cerca de nosotros. No obstante, como cristianos no debemos temer a satanás. Él fue derrotado por cristo en la cruz (Colosenses 2:15). Y aunque ahora anda suelto, al final, el diablo será derrotado y su destrucción cerca (Mateo 25:41; apocalipsis 20:10).
¿Tu respuesta? Satanás es real y poderoso. Desafortunadamente, la mayoría de los creyentes por lo general se van a uno de dos extremos: unos hacen caso omiso de su papel en el mundo, mientras que otros lo culpan de todas las fechorías y dolores de cabeza. Como cristianos necesitas reconocer a satanás como tu enemigo. Debes mantenerte firme contra él y no tener pánico, “porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4)