¿Se pierde o no se pierde la salvación?
Esta pregunta ha dividido denominaciones, iglesias y hasta familias, así que aunque nos sintamos seguros de nuestra respuesta debemos ser respetuosos con la respuesta de otros.
Los teólogos de diferentes grupos de iglesias encuentran en la Biblia argumentos tanto a favor como en contra de que se pueda llegar a perder (o no) la salvación, por lo que yo trataré de darte las razones que argumentan una y otra postura, recomendándote que busques en oración que el Espíritu Santo te dé sabiduría para tener tu propia opinión al respecto.
Los que sostienen que la salvación no se puede perder dicen que si al aceptar a Jesús somos hechos hijos de Dios (Juan 1.12: «Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.»), entonces un hijo nunca puede dejar de ser hijo, no importa lo que haga.
Por otra parte, consideran que «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Corintios 5.17, RVR1960), por lo que, al ser hecho una nueva creación, el creyente no podría volver nunca al estado anterior a su conversión.
Las personas que apoyan esta postura aseguran que alguien que en algún momento de su vida había aceptado a Jesús y luego renegó de la fe, sólo demostraría con esto que su conversión no había sido sincera, y por lo tanto no era un verdadero creyente.
Los que argumentan que existe la posibilidad de que un verdadero cristiano convertido llegue a perder la salvación, también tienen sus fundamentaciones basadas en la Biblia. Un texto clave para ellos es Hebreos 6.4-6, que dice: «Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública.»