
No Hay Nada Imposible Para El Señor
En el capítulo 11 del libro de Juan, se relata la historia de Lázaro, uno de los amigos cercanos de Jesús, quien se encuentra enfermo. Las hermanas de Lázaro le envían un mensaje a Jesús, pidiéndole que vaya a ayudar, ya que han presenciado sus habilidades para sanar a los enfermos.
A través de la historia de Lázaro, se nos insta a confiar en Jesús y permitir que obre en nuestras vidas
Jesús decide retrasar su llegada y explica a sus Discípulos que esta enfermedad no terminará en muerte, sino que servirá para manifestar la gloria de Dios. Sin embargo, Lázaro acaba muriendo.
Cuando Jesús finalmente llega al lugar donde se encuentra Lázaro, Marta, una de las hermanas, corre a su encuentro y le dice que si hubiera llegado antes, su hermano no habría muerto. A pesar de su dolor, Marta demuestra su fe al afirmar que todo lo que Jesús pida a Dios, será hecho. Jesús le asegura que su hermano resucitará, pero Marta todavía duda debido al estado avanzado de descomposición del cuerpo.
A pesar de las circunstancias desfavorables, Jesús ordena que remuevan la piedra de la tumba. Aunque esto iba en contra de los rituales y costumbres, algunos hombres obedecen. Marta, sin embargo, advierte que el olor será desagradable debido a los cuatro días que han pasado desde la muerte de Lázaro. Esto refleja cómo a veces dudamos de las capacidades de Dios cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles y desagradables.
Jesús reafirma que si creemos, veremos la gloria de Dios. Él es capaz de intervenir en nuestras vidas de formas inimaginables. Aunque a veces dudemos o tengamos miedo, Jesús es la resurrección y la vida, capaz de traer vida donde hay muerte. A través de la historia de Lázaro, se nos insta a confiar en Jesús y permitir que obre en nuestras vidas, incluso en las situaciones más difíciles.