DIOS SABE LO QUE TE PREOCUPA. Yesenia Then
La vida, la vida en el ministerio me ha enseñado muchísimas cosas, y hay cosas de esas que cuando iniciamos el ministerio no las sabemos, porque son cosas que se aprenden en el tiempo con vivencias, con experiencias, con cosas que el señor permite que nos pasen.
Cuando hablo de lo que aprendemos obviamente no sólo me refiero a que lo aprenden solo los que tienen ministerio no, sino que en mi caso yo inicie a ministrar cuando solamente tenía nueve meses, nueve meses de haberme convertido, porque se dieron condiciones para que inmediatamente Dios me permitiera servir y desde que sirvo a Dios no siempre con una agenda como la que tenemos ahora, no siempre desde la posición en la que estamos ahora, sino que nuestro primer ministerio fue limpiar pisos, lavar baños, atender niños, cuidar el ministerio de niños, pero todo eso es igual servicio, es igual importante es, igual valeroso porque no importa desde la posición que tú sirvas el tema es que si sirves está siendo útil para el señor.
No es la posición, es el servicio a Dios lo que hace que tú estés teniendo una vida de efectividad amén, nadie es más importante que nadie, solo tenemos posiciones diferentes pero todos somos importantes amén, así que en el caminar, en la vida cristiana hay cosas que uno las experimenta al principio, que son hermosas, a esta vida de principio muchos le llaman el primer Amor.
Algo con lo que yo no siempre he estado de acuerdo, porque yo personalmente creo que cuando tú conoces de verdad a Dios, tú siempre vives en el primer Amor, tú siempre estás apasionado por Dios, tú me preguntas ahora al día de hoy, luego de casi 22 años de servir al señor, qué tan apasionada menos yo estoy de Dios que como estaba cuando me convertí, yo te tengo que decir que no ha bajado nada, que al contrario todo en mí se ha aumentado y yo sería capaz de hacer lo que sea por El, porque yo vivo para Él yo vivo para El.
Ahora bien el Amor y la pasión por Dios es algo que nosotros tenemos la responsabilidad de alimentar, y que tú tienes que estar consciente que el enemigo va a querer apagar, y que cuando tú sientes que se está apagando eres tú el que decides si te acostumbras a esa frialdad o si dices ese no es el modo como yo le quiero servir a Dios, no me quiero acostumbrar a los frio ni a lo seco, quieres siempre ser un adorador, que busca lo de Dios, que Ama a Dios más que a sí mismo, que quiere agradar a Dios por encima de agradarse a el, habrá alguien aquí que esté embriagado de amor por el señor, dónde están ellos.
Ese Amor es guau Dios mío, yo me despierto Amándolo, vivo Amándolo, me acuesto Amándolo y al otro día despierto para Amarlo más, Dios es todo para mí, pero el hecho de amar a Dios y que Dios nos ame a nosotros, no significa que estemos exentos a pasar por situaciones de dolor, por golpes, por momentos de oscuridad, y creo que una de las grandezas de todo creyente es saber distinguir.
El hecho de que Dios te permita pasar por cosas y no confundir que el hecho de que Dios te permita pasar por esas cosas significa que Dios no te Ama, o que Dios no tiene cuidado de ti, porque ciertamente hay muchas personas que confunden el proceso de Dios con el Amor de Dios hacia ellos, entonces cuando tú lo confundes obviamente el enemigo se aprovecha de eso, y te hace creer que el hecho por el que tú estás pasando todo lo que estás pasando es porque Dios no tiene cuidado de ti, que al señor no le importa lo que tú estás pasando y eso no es lo que la palabra de Dios se revela, Dios te ama más de lo que tú te amas, déjame repetir eso otra vez alguien tiene que entenderlo, Dios te ama más de lo que tú te amas, alguien lo cree aquí alguien lo sabe aquí.
La vida me ha enseñado que Dios me ama, mi vida cristiana me ha mostrado la palabra, me ha mostrado que Dios me ama, ya yo dije que lo amo más que a mí, pero también he aprendido a ver a Dios a través de los golpes de la vida, a través de los rechazos, a través de las batallas, a través de los momentos oscuros, y te tengo que decir que a todos nosotros nos llega un momento de oscuridad, y aunque tú no digas amén a ahora mismo hasta Cristo le llegó, en el libro de Mateo 27 dice que él dijo, Dios mío Dios mío, por qué me has desamparado.
Quiero que usted sepa que como el señor sabe que nosotros todos pasamos por momentos de ansiedad, de turbación, de preocupación, de oscuridad, de tristeza, El nos dejó en su palabra la manera como nosotros debemos de enfrentar esas diferentes situaciones, por ejemplo el libro de 1 Pedro 5:7 dice: Dejen en manos de Dios todas sus preocupaciones porque El cuida de ustedes.