2 Reyes 4:1-2
El milagro está en nuestras manos, el milagro está en ti y en mí. Tenemos la fe para los milagros. Estamos viviendo realización.
El milagro está cuando nos atrevemos a creerle a Dios. Siempre hemos dicho que los milagros se originan en la tierra y se consuman en el cielo.
Tenemos que originar los milagros con acciones de fe. Muchas veces con acciones locas, desesperadas, con acciones que van más allá de nuestra lógica, pero es el trato de Dios.
Dime tú si hay lógica en Dios, cuando la Biblia dice Dios llama lo que no es como si fuese, que empieza por el final, por eso cómo pretendemos estudiar a un Dios Infinito.
Mientras Dios todo lo sabe, nosotros no sabemos nada. Dios es un Dios incomprensible en si mismo, pero nos ha dado principios para hacer bajar Su gloria aquí en la tierra.
Dios está en medio de nosotros.
1- Tenemos algo que Dios nos ha dado
Qué será.
Quizá un rasgo de carácter, un paso de fe, un talento, qué será lo que Dios ha puesto en tus manos para el milagro.
No debemos desestimar nunca lo que tenemos en nuestras manos.
A esta mujer se le había muerto el marido, era estudiante de la escuela de profetas de Eliseo, y la había dejado a ella con deudas y hasta a sus hijos se los querían quitar.
Ella era viuda, pobre, endeudada, pero en el Reino de Dios nuestras condiciones son reales pero no finales.
La última palabra la tiene el Padre Eterno, para Él no hay nada que sea imposible.
Ella no llegó a pedirle a Eliseo, o a decirle que debía ayudarle, ella llegó a expresar su condición. La buena tierra no tiene que pedir, cuando alguien nos dice que sembremos en él o en ella porque son buena tierra no lo son, son buenos puntiadores.
Ella no llegó a suplicarle a Eliseo.
La primera lección que ella recibe es que siempre tenemos algo que va a generar el milagro que buscamos.
Ella sabía que tenía.
Los grandes milagros comienzan en pequeñas acciones
Muchas veces nosotros menospreciamos lo que tenemos, y buscamos la fe de otros, o lo que otros tienen, pero es que ni se han dado cuenta de lo que tienen en sus propias manos.
Cuando Jesús predicó a la multitud, sus discípulos le dijeron que la multitud tenía hambre, y Jesús les dice que les den ellos mismos de comer, hasta que Andrés llega con un niño que tenia 5 panes y 2 peces para 20 000 personas.
Muchos se preguntan si la fe que tienen les va a alcanzar para lograr el milagro que quieren, pero es que iglesia debes dejar de menospreciar los pequeños inicios, porque los grandes milagros se han suscitado de hombres y mujeres que le creen al poder de Dios con lo que tienen.
No envidies lo que otros tienen, agradece lo que tienes.
Ve siempre el lado positivo de las cosas.
Toda cosecha tiene un tiempo específico de Dios. Muchos ven las respuestas en diferentes tiempos, por eso debemos recordar y creer que toda semilla tiene su tiempo. Lo que no debemos hacer es dejarnos desanimar, creer en esa palabra y saber siempre que la gloria de Dios vendrá a su tiempo.
Dios no hace acepción de personas si ha hecho maravillas con otros lo hará con nosotros, pero no debemos matar la semilla. No debemos dejar de creer nunca en lo que Dios hará.
Nunca menosprecies lo que tienes.
Eso que has puesto en las manos de Dios por pequeña que sea provocará el milagro que esperas sobre tu vida.
V2
Esta frase: que te haré yo, tiene dos connotaciones, es como un cheque en blanco, y además que la respuesta estaba en la casa de ella, declara lo que tienes.
Pero si declaramos frustración, ruina, pobreza, eso será lo que recibamos. La fe del corazón se activa con la boca.
Podemos tener toda la fe del mundo pero si no la expresamos con nuestra boca no se activa.
A ella le cambió lo que estaba diciendo.
Cuando le cambio la canción las circunstancias cambiaron.
V6
Podemos preguntarnos, si Dios hizo aceite por qué mejor de una sola vez le proveyó el dinero, pues porque Dios la puso a trabajar. No podemos quedarnos esperando en Dios cada vez que necesitamos algo, necesitamos entender que la realización es un trabajo en común entre Dios y nosotros.
Dios nos da el poder para hacer las riquezas, Dios nos dará lo que necesitemos pero para nosotros trabajando logremos nuestra realización.
V7
El profeta le dice que venda el aceite y que pague sus deudas. Las deudas se honran y Dios nos va a proveer para vivir en integridad siendo personas de palabra que pagan lo que deben y que dan testimonio delante de los demás.
Cuando nos damos cuenta que el milagro está en nuestras manos vamos a entrar en un tiempo de paz, de calma, porque pese a lo que tengamos que enfrentar podremos vivir en paz, porque realización nos deja tener dominio en medio de las adversidades.
La vida que Dios vino a darnos es para vivirla en abundancia porque es una vida en abundancia.
Hoy Dios te da la oportunidad de vivir esa vida que pensabas que estaba lejos para ti, esa vida en abundancia que nos hace vivir en paz y realización, lo único que tienes que hacer es reconocer de corazón que necesitas de Dios, que necesitas que Jesús entre a tu vida y te llene de su poder para renovar todo lo que eres, que Jesús sea tu Señor es la mejor y la primera decisión que debes tomar, ora con nosotros si deseas hacerlo: Señor Jesús, en este momento yo reconozco que he pecado, que he caminado lejos de Ti, y es por eso que te pido que perdones mi vida, que me limpies Jesús con tu preciosa sangre, yo te recibo Jesús como mi Señor y mi Salvador, desde ahora y para siempre, en tu nombre Jesús, amén.