El Significado de La Cruz de Jesús |Billy Graham | Predicas Cristianas
Entre todos los emblemas del mundo, ninguno es admirado, glorificado y adorado como la cruz. Fue el instrumento del sufrimiento de Cristo y de su muerte, y también el instrumento de nuestra salvación. Hebreos 6 dice que es imposible para aquellos que una vez fueron iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo, y que han probado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, si se apartan, no pueden renovar su arrepentimiento, ya que crucifican contra sí mismos al Hijo de Dios de nuevo y lo exponen a la vergüenza pública.
Siempre que se proclama el evangelio, los que escuchan el mensaje y reciben a Cristo como Salvador lo hacen a través de la Cruz. Pero si descuidas o rechazas la oferta de Dios de amor y misericordia de la cruz, tú ayudaste a crucificar a Jesucristo. Por eso está mal decir que los judíos crucificaron a Cristo, como los cristianos decían, principalmente en la Edad Media.
Solían intentar convertir a los judíos a punta de espada, con una pistola en su cabeza o con un cuchillo en su cuello, para intentar hacer que se convirtieran, porque decían que eran los asesinos de Cristo.
Ellos no mataron a Cristo. ¿Sabes quién fue? Todos nosotros. Todos tuvimos parte en su muerte porque su muerte fue planeada antes de la fundación del mundo por el pecado. Y la Biblia dice que todos pecamos y no alcanzamos la gloria de Dios.
Hay cuatro dimensiones de la cruz en las que pienso cuando hablo de ella. Pienso en la amplitud de la Cruz, el amor de Cristo se manifiesta en la cruz de Cristo, que incluye a todo el mundo. El amor de Dios se extiende a África, a Asia, a Latinoamérica, a Rusia, a China, a Estados Unidos, a Canadá, a todo el mundo. Te incluye a ti, quienquiera que seas, de cualquier religión o si no tienes religión, Dios te ama y dice desde la cruz, "Te amo".
Y la cruz no tiene medida, se extiende de la eternidad a la eternidad, de lo eterno a lo eterno. Cuando Noé construyó el Arca, sabes ¿Cuánto medía? 137 metros de largo. Cuando Salomón construyó el templo, sabes ¿Cuánto medía? 27 metros. Si construyes una caja para herramientas, puedes medir la madera con una regla.
¿Pero cómo mides de lado a lado el amor de Dios en la cruz? La Biblia dice, Pablo dice, que el amor de Dios sobrepasa todo conocimiento. No hay forma de que una mente finita comience a entender el amor de Dios que dio a su hijo en la cruz para morir por ti, porque tú y yo merecíamos morir, merecíamos el infierno y el juicio.
Y luego pienso en la altura de la cruz, se extiende al trono de Dios. No importa qué tan alto sea el cielo, a través de la cruz, Dios atrae a todos los hombres a él y tú debes tomar una decisión sobre Jesucristo. Y no puedes ir más allá del amor de Dios. Incluso en el cielo, y en lo profundo del amor de Dios en la cruz, puedes caer en el pozo sin fondo del pecado y la degradación y puedes vivir como un animal.
Puede ser un asesino, puede ser un violador, puede ser lo que sea, pero no puedes ir más allá del amor de Dios. La cruz cubre hasta las mismas puertas del infierno. ¿Qué tan profundo es? La Biblia dice, "¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!" Atrae a cada pecador a la exaltada altura del cielo, "Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo", dijo Jesús.
Piensa en la cruz por un momento y en su sufrimiento por ti y por mí. Dice que Jesús soportó cinco heridas básicas que los médicos definen como: contusión, laceración, penetración, perforación e incisión. Ese sufrimiento, esos clavos en sus manos y pies, los pusimos tú y yo y todas las personas del mundo, porque todos tuvimos parte en la muerte de Cristo por nuestros pecados. Nuestros pecados lo pusieron en la cruz y tú participaste.
Quiero que veamos las frases de Cristo desde la cruz. Los primeros vienen del Salmo 22. Jesús estaba citando las escrituras cuando dijo, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" Es una cita del Salmo 22, pero luego vas un poco más lejos y verás por qué lo dijo. Porque las escrituras dicen, "Tú eres santo, nunca entenderás".
El Antiguo Testamento, con todos sus sacrificios de sangre, nunca entenderás la Biblia, nunca entenderás la muerte de Cristo en la cruz, hasta que entiendas que Dios es santo y justo y puro y que no puede ni siquiera ver el mal.
En ese terrible momento de agonía del Señor Jesucristo en la cruz, él estaba solitario, olvidado por sus amigos y luego llegó una sombra por primera vez desde que la eternidad comenzó entre Dios el Padre y Dios el Hijo, porque Dios no puede ver el pecado.
En ese momento, él puso tus pecados y los míos en Cristo y Cristo sufría por nosotros. Y en ese momento misterioso fue hecho pecado por nosotros, el que no conoció pecado. Sabes qué significa, fue hecho pecado. Él no conocía pecado. Nunca dijo una mentira, nunca tuvo un pensamiento malvado, nunca tuvo avaricia o lujuria y de pronto toda esa suciedad yugra de tu vida y de mi vida descendieron en él. Y nadie entenderá nunca el misterio de ese momento.
Fue el gran amor de Dios por ti que permitió que su hijo tomara ese sufrimiento. Y la segunda cosa de la cruz que oímos es cuando él dijo, "Tengo sed", y ese es el cumplimiento del Salmo 69:21. Y cuando dijo, "Tengo sed", le dieron vinagre a beber mezclado con hiel y cuando él lo probó, no lo bebió.
Lo probó, pero no lo tomó. ¿Por qué? Porque hubiera sido un sedante, le hubiera quitado algo del sufrimiento y él estaba ahí para tomar todo el sufrimiento consciente por ti y por mí. No lo aceptó, él debía sufrir la terrible agonía y llevar nuestros pecados a la cruz, consciente por ti.
Y si hubiera sido la única persona en todo el mundo, habría muerto por ti. Y luego en Lucas 23:34, hay otra cosa que dice de la cruz. Él dijo, "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Estaba hablando de esos soldados que lo estaban clavando, la multitud que estaba ahí que gritaba e injuriaba. Verás, tú y yo hemos pecado contra Dios.
Rompimos sus leyes y él dijo, "El día que rompas mis leyes, sufrirás y morirás". Él se lo dijo a Adán y Eva. Ellos rompieron la ley, pecaron. Eso significa. Y verás, Dios nunca quiso que nadie muriera. Dios no creó el infierno para nosotros, pero deliberadamente nos rebelamos contra Dios. Y Dios no sería Dios, él no sería justo y recto y santo si viniera a darnos palmaditas y dijera, "Te perdono".
Teníamos que morir por nuestros pecados o alguien calificado tenía que morir por nosotros. Y esa persona calificada era Jesucristo y él se ofreció.