¿Fanatismo o Pasión, Cuál es el verdadero Celo por Jesús?
"13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; / 14 y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres." (Gálatas 1:13,14)El apóstol Pablo antes de encontrarse con Cristo, era un judío fariseo y fanático que perseguía a muerte a los cristianos. Estuvo presente y consintió la lapidación de Esteban, el primer mártir cristiano.
El fanatismo nos hace personas intolerantes, vanidosas, discriminadoras, orgullosas, desagradables y además nos aisla. Desconoce la diversidad humana de pensamiento y acción, anclándose en una idea y en un tiempo.
Se define el fanatismo como el "Apasionamiento y tenacidad desmedida en la defensa de creencias u opiniones, especialmente religiosas o políticas." Hay fanáticos en las distintas ocupacipnes e inteteses humanos, pero aquí nos centraremos en el fanatismo religioso.
El fanático puede llegar a matar a uno que se opone a su pensamiento. ¡Cuántos cristianos fueron torturados y asesinados por la "Santa" Inquisición! Hoy día sectas islámicas queman iglesias y dan muerte a los cristianos en medio oriente. Jesús fue víctima de fanáticos religiosos. Él advirtió a Sus discípulos:
"Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios." (San Juan 16:2)
El fanático cree que es poseedor de toda y la única verdad y no tolera una forma diferente de pensar. Él cristiano fanático ve sólo una iglesia verdadera: la suya; cree que tiene la "sana doctrina" y la auténtica interpretación de las Escrituras y que todos los demás están equivocados, los califica de sectas y niega que sean cristianos. De ese modo, teniendo una concepción tan estrecha de la Iglesia, con esa actitud intolerante, maltrata a sus hermanos en la fe de Jesús.
En tiempos apostólicos, San Pablo aconsejaba a su discípulo que no discutiera sobre asuntos superficiales:
"Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia," (1 Timoteo 6:20)
"Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad." (2 Timoteo 2:16)
El fanático tiene la vanidad de ser él mejor que los demás, alguien superior poseedor de la Verdad. Todos los cristianos pensamos que nuestra manera de creer es la correcta; nadie podría profesar su cristianismo pensando que no tiene la verdad; pero debiéramos ser lo suficientemente humildes para reconocer que no lo sabemos todo y que hay asuntos en que podemos estar equivocados.
Puede aplicarse al fanático la Palabra de Jesús a la Iglesia de Laodicea:
"Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo." (Apocalipsis 3:17)
Los cristianos fanáticos son discriminadores, separan a los creyentes en verdaderos y falsos, considerándose ellos los verdaderos. Desprecian a los que no creen como ellos. Analizan la Biblia desde un sólo punto de vista, casi siempre muy exjgente y quien no la entienda así es anatema.
Los fanáticos son orgullosos y desagradables, no son capaces de entender al que es diferente a ellos, de comprender su posición y ven todo bajo un único lente. De ese modo se aislan y pasan a ser islas en el océano de la cristiandad.
El fanático es exagerado, extremista, falto de sencillez y naturalidad.
Alguien podría decir que somos fanáticos de Jesucristo, pero más que eso estamos agradecidísimos de quien ha dado Su vida por nosotros y nos ha regalado la salvación.
Estamos enamorados de Jesús como Él nos ama e insta a no perder ese sentimiento:
"4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido." (Apocalipsis 2:4,5)
Lo que Dios pide de nosotros es pasión por Él y por las almas, no fanatismo.
El fanatismo es un falso celo por Cristo, es más bien religiosidad. Lo contrario de fanatismo es equilibrio, tolerancia, virtudes que necesitamos desarrollar para ser auténticos discípulos de Jesús.