Hay muchos que viven en esclavitud y ni siquiera se dan cuenta, y al preguntarles sin son libres dicen que sí, pero en verdad no lo son.
Si somos esclavos sufrimos esclavitud en cierto grado, quizás no sea tras las rejas o en cadenas, sino en creencias y conductas.
Con frecuencia una persona no se da cuenta de eso, sigue con su vida, creyendo que todo está bien, y en su interior algo anda mal, así que si nuestro interior por algún tiempo no le atendemos debidamente, sino que decimos “Es la vida, mire es que yo me siento así”, en realidad no es cierto, ya que si usted está esclavizado no es libre, si sufre algún tipo de esclavitud no tiene paz, ni gozo, ni felicidad, ni contentamiento.
Y si está bajo el tipo de esclavitud que quiero hablar el día de hoy, duele más de lo que quisiera admitir. Hay muchos tipos de esclavitud como tipos de consecuencias, de la que quiero hablarles es de la esclavitud del Rechazo.
Es decir, sentimos rechazo en la vida por cualquier motivo, no importa por cuanto tiempo haya sido, lo cierto es que no debemos vivir así, pues la esclavitud provoca ciertas cosas y entre muchas otras, la esclavitud del rechazo nos hace creer mentiras tocante a nosotros mismos para que proyectemos en otros ideas sobre nosotros que ellos ni piensan.