Fe para ser Libres de la Ansiedad
Sergio García
Mateo 6:25-34
"Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?"
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante el estrés, el peligro o situaciones percibidas como amenazantes. Es una emoción normal que todos experimentamos en ciertas circunstancias.
Cuando Jesús enfoca su atención en este problema de la ansiedad, está hablando de las necesidades básicas de la vida humana y las preocupaciones y ansiedades que esas provisiones traen consigo.
Podré alimentar a mi familia mañana, ¿podré vestir a mi familia mañana?, ¿cómo voy a lograr todas estas cosas? Y Jesús dice: "No te preocupes por el día de mañana". No está diciendo "No seas previsor".
Tampoco está diciendo "No seas prudente". Él está diciendo "No te preocupes por el mañana".
Realmente es nuestro miedo al futuro más que cualquier otro el que genera ansiedades, miedos y preocupaciones. No nos preocupamos nunca por lo que pasó ayer.
No tenemos que preocuparnos por lo que pasó ayer, porque ayer se acabó. Es posible que nos preocupemos por las consecuencias de lo que sucedió ayer y cómo funcionarán hoy o mañana, pero una vez que ha pasado el momento, nuestra ansiedad al respecto pasa con él.
Muchas veces cuando estamos entusiasmados por algo significativo que esperamos que suceda, tendemos a omitir el tiempo presente, como abolir todos los días previos hasta ese día en específico. Si sabes que habrá un evento de acá a dos meses y que te despierta mucho entusiasmo, tendemos a abolir ese tiempo intermedio, queremos que la espera pase rápido, parece que lo que suceda de acá al evento mucho no interesa, pero la vida no es en dos meses es ahora.
Así es como la ansiedad tiende a suspender el tiempo presente y se adelanta a vivir aquello que está por delante.
Si miramos el Nuevo Testamento y el registro de la vida de Jesús, nos hacemos esta pregunta: ¿Qué prohibición negativa Jesús pronunció con más frecuencia que cualquier otra? La respuesta es simple.
Fueron dos palabras: "No temas". De hecho, Jesús lo dice tan a menudo que a veces perdemos su importancia, porque parece como si cada vez que se encuentra con sus discípulos, lo primero que les dice es "No teman" o "No tengan miedo". Lo dice con tanta frecuencia que se vuelve casi como un saludo.
En lugar de "Hola", él está diciendo "No tengas miedo”.
¿Estás pensando ahora en tu mente, dándole vueltas en tu cerebro, tratando de resolverlo?
Muchas veces nos imaginamos que las cosas se van a poner muy difíciles, pero la mayoría de las veces, cuando los hechos suceden, la realidad nos demuestra que no fue tan malo como lo habíamos previsto. Creo que parte de eso se debe a que Dios nos da de Su gracia.
Todos tenemos fe, pero nuestra fe es limitada y a veces nuestra fe no nos ayuda a superar la ansiedad de lo que sucederá, porque tenemos miedo de que Dios no haga lo que promete que hará.
Jesús está diciendo: "No tienes mucha fe si estás preso de la ansiedad", y tu falta de fe es una falta de fe en las promesas de Dios, donde Dios dice: "Confía en mí para mañana, confía en mí con tu vida".
Eso es lo que significa ser cristiano: es confiar en Dios durante toda tu vida.