"Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio, según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos." 2 Corintios 4:1
Se escuchan muchas teorías para solucionar este tema tan actual, y tan cotidiano. Muchos esperan una solución mágica que los levante de sus camas y les de la vitalidad que antes tenían.
Muchos hoy viven con pesar en el alma, sin expectativas, sin esperanza, cansados. Y no encuentran solución al problema.
Pero el problema de la depresión no es nuevo, es tan viejo como el hombre mismo. Es cierto que hay muchos motivos para estar deprimido.
La falta de trabajo, la soledad, la tristeza, la incomprensión, los problemas económicos, alguna enfermedad, la muerte de algún ser querido,
los fracasos, el éxito de otros, metas frustradas, un amigo que nos falla, el silencio, una adicción, no sentirse escuchado.
Muchos problemas reales que son como una piedra pesada atada al cuello y que nos tira al fondo.
Quizás hoy te sentís así, sin fuerzas, desanimado.
Una vez mas la Biblia tiene una respuesta. Y Pablo nos da la respuesta al interrogante de hoy. La solución para no desmayar, es simplemente, mantenerse activo.
Es fundamental estar ocupado, pero no haciendo cualquier cosa. Pablo superaba sus depresiones cumpliendo su ministerio.
Aunque estaba triste, y desanimado, y no tenia ganas, el igual trabajaba para Dios. Era mucho mas fácil quedarse en la casa deprimido, pero Pablo dejaba los problemas de lado y actuaba.
Esto requiere mucha dependencia de Dios en oración, y mucha comunión diaria. De allí sacaba Pablo la fuerza, para levantarse y continuar.
Y ese movimiento, lo ayudaba a no desmayar. Es tiempo de levantar la mirada. Es tiempo de actuar. No te desanimes, hay que ocuparse.