Job 4.1-17
Todo este asunto de ayudar a los amigos es difícil. ¿Cómo puedo mostrar genuino interés en sus problemas? ¿Cómo puedo ser justo sin herir sus sentimientos?
Todos hemos anhelado encontrar la palabra adecuada que decir, o frase valiosa que escribir. Las actitudes de los amigos de Job nos ayudarán a ver algunas de las dificultades.
Consejo meditado (1-6). Aquí hay una advertencia útil para todos nosotros. Es posible ofrecer palabras de consejo y fortaleza a otros que están en necesidad, y al mismo tiempo ser incapaces de aplicarlas cuando nos hallamos en la misma situación.
Satanás trata de probar de esta manera que Job es un hipócrita, y ese mismo ataque lo llevará contra nosotros también.
Frío consuelo (7-17). Elifaz procede con sinceridad. El cree que tiene la respuesta académica para todo sufrimiento: ¡los buenos no sufren de esa manera! – argumenta.
Parece que está más interesado en el problema que en la persona. Lo que Job necesita realmente es simpatía y comprensión.
Desde luego las dificultades de muchos son la cosecha del pecado que han sembrado, pero no siempre es así, en el caso de Job no fue así.
Elifaz no toma en cuenta la integridad de Job. Tengamos cuidado con las respuestas frías, calculadas. Jesús siempre puso a las personas antes de las reglas rígidas (Juan 8.7).
Al ayudar a otros, sigamos su ejemplo: que nuestra fe vaya acompañada de sentimiento. El amor jamás es frío como el hielo; es comprensivo y expresivo.
Oración. “OH, Dios, si tú no estuvieras en él, mi amigo y yo estaríamos lejanos pues su mano en la mía no sería más que carne, y su corazón para el mío un corazón de hombre para el hombre. Yo quiero que tu vida esté en él como en mí…”.