Muchas veces perdemos las oportunidades de hacer el bien, lamentándonos no tener mayores posibilidades para llevarlo a cabo. Esta verdad puede ser ilustrada por el siguiente incidente auténtico.
En un grande parque de Massachussets, tuvo lugar el incendio de un coche. Pronto se hizo alrededor un gran número de personas que lamentaban no tener a mano cubos con que arrojar agua al fuego, pues todos comprendían que para cuando llegara el auxilio del servicio de bomberos el coche ya estaría destruido.
Un muchacho que se acerca por curiosidad oyendo los comentarios corrió a una fuente inmediata y llenando su boca de agua volvió corriendo y la arrojó al fuego.
De momento la gente se rió de la ocurrencia, pero muy pronto su ejemplo fue imitado por todos de tal modo que la continuidad de pequeños chorros de agua consiguió apagar el fuego.
Que el Señor pueda decir siempre de cada uno de nosotros como dijo de la hermana de Lázaro “Esta hizo lo que podía”, y si lo hacemos fielmente otros seguirán nuestro ejemplo.
Hacer lo que Uno Puede
Muchas veces perdemos las oportunidades de hacer el bien, lamentándonos no tener mayores posibilidades para llevarlo a cabo. Esta verdad puede ser ilustrada por el siguiente incidente auténtico.