Pruebas de su Amor | Cantar de los Cantares 2:8-13 | Bosquejos para Predicar
«¡La voz de mi amado!» (v. 8).
Ella oye su voz, es la voz de amor, una voz que se deleita en manifestarse en palabras y acciones inequívocas.
I. Él viene. «He aquí que Él viene.» La enorme distancia que les separaba solo podía ser cubierta por Él, por su infinito amor. Él viene poderosamente, «saltando sobre los montes». Y viene gozosamente, «brincando sobre los collados». Viene a buscar y a salvar.
II. Él se detiene. «Se para tras nuestra cerca.» No hay cerca que le pueda mantener fuera sino «nuestra cerca», la cerca de la indiferencia y de la incredulidad. Pero Él condesciende a pararse tras ella. Derriba esta cerca, y verás al Rey.
III. Él mira. «Mirando por las ventanas» (v. 9). Se aprovecha de todas las aberturas para entrar en contacto con nuestra necesitada alma. Ningún amante puede ser más solícito por su amada que Él con los suyos. Cada deseo por Él es una ventana mediante la que Él puede mirar dentro del alma.
IV. Él revela. «Mostrándose por las rejas» (RV). El más profundo anhelo de su corazón lleno de gracia es mostrarse a Sí mismo, en toda la riqueza de su carácter, al corazón amante y solitario. «El que me ama, … yo me manifestaré a él» (Jn. 14:21).
V. Él habla. «Mi amado habló» (v. 10). No abriga ella duda alguna acerca de que es su voz la que oye. ¿Qué otra voz podría ser tan dulce, tan insuperablemente encantadora? No hay posibilidad de errar.
VI. Él invita. «Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.» Él ha acudido para poderla tomar a Sí mismo, y a la bella tierra veraniega de su Gracia. «Ven», lejos de todo lo que daña o estorba, a sus caminos y obras, donde hay paz y poder. Como pecadores nosotros vamos a Él; como discípulos vamos en pos de Él, y como amigos nos vamos con Él.
VII. Él alienta. Las características de la primavera que aquí se mencionan (vv. 11-13) son metafóricas de la nueva vida. Es primavera en el alma, cuando el Sol de Justicia arroja sus cálidos y vivificadores rayos sobre ella. Todas las bendiciones de esta nueva vida tienen su fuente en Él.
En estas palabras de ánimo, pronunciadas por el Novio a la Novia, tenemos «El Evangelio de Cristo», que nos asegura que:
1. «HA PASADO EL INVIERNO (de la muerte)» (v. 11). Y Él os dio vida a vosotros, que estabais muertos. Todos en Cristo son nueva creación… Todas las cosas han sido hechas nuevas (2 Co. 5:17). Han pasado de muerte a vida, del invierno al verano.
2. «LA LLUVIA (del juicio) cesó y se fue.» Como Noé, después del diluvio, salió a un mundo nuevo, así Cristo, por su muerte en la Cruz, nos saca de condenación a la gloriosa libertad de la «novedad de vida» (Ro. 8:1).
3. «HAN BROTADO LAS FLORES (de la promesa) EN LA TIERRA. » Tras la muerte y la resurrección de Cristo, las promesas de Dios brotan lozanas de belleza y poder, tan abundantes como las flores del campo. «A vosotros es la promesa»: recoged estos preciosos dones, y haced hermosa y fragante vuestra vida.
4. «EL TIEMPO DE LA CANCIÓN (de alabanza) HA LLEGADO. » Bien conviene a las mañanas de la primavera prorrumpir en cánticos. El amanecer de la nueva mañana de la vida espiritual es un tiempo en que cada ave dentro de la jaula de nuestro ser estalla en cánticos. «Alabad a Jehová», cantad y haced melodía en vuestros corazones, porque el Señor ha hecho grandes cosas por vosotros.
5. «EN NUESTRO PAÍS SE HA OÍDO LA VOZ DE LA TÓRTOLA (el Espíritu Santo).» Mientras que las flores de la promesa aparecen en la tierra, ofrecidas a todos, la voz tranquilizadora del Espíritu sólo se oye en nuestro país. Para recibir al prometido Espíritu como Consolador y Guía, debemos conocer el Poder de su Cruz (Gá. 3:13-14).
6. Ya está a mano la estación de la feracidad. «La higuera ha echado sus higos, y las vides en flor difunden perfume» (v. 13). Hay ahora la perspectiva de una preciosa recolección. Ésta es la etapa a que se hace referencia en Juan 15:16. La bendición para otros debe ser uno de los resultados de nuestra Unión para con Él (Os. 14:8).
7. El llamamiento se repite. «Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.» Levántate, no te quedes sentada en el lugar de tinieblas y de dudas. Tú eres «mi amor, el gozo de mi corazón», acude al pleno goce de todo lo que esta Primavera enviada de lo alto pone a tu alcance. En su Presencia hay plenitud de gozo. ¿Irás con este Varón?