Cuando Dios Abre las Compuertas Devocionales Cristianos de Joel Osteen
Versículo de hoy
Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; y el mar cubrió a sus enemigos.
SALMO 78:53 RVR1960
Nada puede detener la fuerza de la poderosa presión del agua. Menos de metro y medio de agua puede levantar un carro que pesa miles de libras y moverlo a su antojo. Probablemente ha visto en las noticias reportes donde casas enteras son arrastradas durante una enorme inundación o ciudades por un maremoto.
De la misma forma, usted puede tener obstáculos que parecen insuperables o sueños que parecen inalcanzables, pero permítame animarlo: cuando Dios libera un torrente de su poder, nada podrá detenerlo. Esa enfermedad puede parecer grande, pero cuando Dios libera un torrente de sanidad, no tendrá la más mínima oportunidad. Sus opositores podrían ser más fuertes, mejor financiados y mejor equipados, pero cuando Dios abre las compuertas, ellos no podrán comparársele.
Esa enfermedad puede parecer grande, pero cuando Dios libera un torrente de sanidad, no tendrá la más mínima oportunidad.
Tal vez no tenga las conexiones o los recursos que necesita, pero cuando Dios libera un torrente de favor, la gente saldrá de la nada para ayudarle.
Circunstancias favorables, oportunidades, las personas adecuadas le buscarán. Necesita prepararse, no para una gota, no para un arroyo, no para un río, sino para un torrente del favor de Dios, un maremoto de la bondad de Dios. ¡Un tsunami de su abundancia viene hacia usted!
Oración para hoy
Padre, te amo y te agradezco por tu gran poder obrando en mi vida. Ningún obstáculo en mi camino me desvía porque yo sé que tú eres más grande que cualquier cosa que enfrente. Sé que ningún arma forjada contra mí prosperará. Creo que tus compuertas están abiertas y que un maremoto de tu bondad está aniquilando a mis enemigos y limpiando el camino para la victoria en cada área de mi vida. En el nombre de Jesús. Amén.
Pensamiento para despertar
Cuando el Rey David enfrentó una situación imposible en batalla, le pidió ayuda a Dios. Dios le dio una victoria tan abrumadora que él dijo: “Dios ha quebrantado a mis enemigos como corriente impetuosa”. Él llamó al lugar Baal-perazim, que significa “el Dios que quebranta”. Cuando el Dios que quebranta se presente y libere su poder en su vida, será como una corriente impetuosa.