Escuchemos la voz de Dios Atentamente
ESCÚCHAME CONSTANTEMENTE. Tengo muchas cosas que comunicarte, con tanta gente y situaciones en necesidad de oración. Te estoy preparando para que pienses más y más en mí y mediante mi Espíritu evites las distracciones.
Cuando tu mente gira en torno a una multitud de pensamientos te es difícil oír mi voz.