Jesucristo no Solo es un Gran Hombre
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Mateo 9.4–5
Cuando Jesús le dijo al paralítico tus pecados te son perdonados (Mateo 9.1–8), Él se había puesto deliberadamente a sí mismo en el centro de un escenario que obligaría a todos los observadores a dar un veredicto sobre Él.
Eso es cierto no solo de las personas que fueron testigos presenciales en Capernaum aquel día, sino también de quienes simplemente lean este relato en la Escritura. Y la elección es clara.
Hay solo dos posibles conclusiones a que podemos llegar con respecto a Cristo