No puede andar de espaldas hacia el futuro. POr John Mason
Es más importante mirar hacia dónde se dirige, que ver dónde ha estado. No observe su futuro sólo desde la perspectiva del ayer. Es muy fácil cuantificar y calificarlo todo, y ahogar o limitar sus sueños.
«El pasado debería ser un trampolín en vez de una hamaca», dijo Edmund Burke. Nunca planeará su futuro a través del pasado. Nadie puede andar de espaldas hacia el futuro. Aquellos que todavía contemplan el pasado como algo grande, no están haciendo mucho hoy.
El futuro contiene mayor alegría que cualquier pasado que pueda recordar. El cristiano nacido de nuevo no tiene pasado. En 2 Corintios 5.17 encontramos: «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas». Dios no mira su pasado para determinar su futuro.
Quienes hablan predominantemente del pasado, retroceden; los que hablan del presente, se estancan; pero aquellos que hablan del futuro, crecen.
«La miseria es una persona del ayer que trata de llevarse bien con un Dios del mañana», dice Mike Murdock. No deje que los errores de su pasado se conviertan en monumentos. Debería cremarlos en vez de embalsamarlos. Es importante mirar hacia adelante, allí están su llamamiento y su destino.
El apóstol Pablo dijo: «Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3.13-14).
Quienes hablan predominantemente del pasado, retroceden; los que hablan del presente, se estancan; pero aquellos que hablan del futuro, crecen.
Algunos se sumergen tanto en el pasado, que el futuro se desvanece antes de alcanzarlo. Nunca nadie ha retrocedido para encontrarse con la prosperidad. No puede tener un mejor mañana si hoy piensa en el ayer. El ayer se fue para siempre y quedó fuera de nuestro control. Lo que queda atrás es insignificante con respecto a lo que está por adelante. EL PASADO ES PASADO.