RESPONDA AL LLAMADO. Por Bill Johnson
Mas los sacerdotes levitas [. . . ] se acercarán para ministrar ante mí, y delante de mí estarán para ofrecerme la grosura y la sangre, dice Jehová el Señor. —EZEQUIEL 44:15
EN MI VIDA la búsqueda por encuentros profundos con Dios comenzó cuando le dije que sí a su llamado sobre mi vida. No era un llamado al ministerio. Era un llamado a Dios mismo. Sucedió en 1971 cuando mi papá, quien también era mi pastor, dio un mensaje sobre Ezequiel 44 acerca de nuestra ministración al Señor en acción de gracias, alabanza y adoración.
El ministerio a Dios es la responsabilidad más importante de todas, y está disponible a cada creyente.
Nos enseñó que hay una diferencia entre ministrar a Dios y ministrar a la gente. El ministerio a Dios es la responsabilidad más importante de todas, y está disponible a cada creyente. Este llamado a la adoración no se trata de música, instrumentos o equipos de alabanza. Hasta donde respecta a la música, ni siquiera las grandes canciones escritas acerca de Él son apropiadas; uno necesita canciones que le pueda cantar a Él. Se trata de ministrar directamente al Señor en su presencia real. ¿Lo ha sentido llamándolo a este ministerio? ¿Cómo va a responder?