“Vengan a mi todos los ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontraran descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.”
MATEO 11:28-30 (NVI)
En la Biblia, la gente vino a Jesús por muchas razones. Algunos vinieron para ser sanados. Otros necesitaban consejo. Muchos llegaron por la vida eterna. Jesús te da otra razón para venir a El: descanso de tus cargas. Pero aquí está la trampa. Una vez que has venido a Jesús con tus cargas, tienes que ceder el control. Jesús dice, “Carguen con mi yugo”.
Un yugo es una herramienta agrícola. Los campesinos unen sus bueyes aradores y les ponen el yugo para que vayan en la misma dirección y al mismo ritmo. Cuando ellos están unidos, uno no puede ir más rápido que el otro, ni más lento. Son menos propensos a desviarse de la ruta cuando están trabajando juntos. Cuando la carga está dividida en dos, se puede lograr mucho más.