La sangre de Abel habla de pecado y de culpa; la sangre de Cristo habla de cosas mejores.
No fue porque no conocieran la voluntad de Dios. Sabían que era la voluntad de Dios que entraran y poseyeran la tierra, pero perecieron fuera de ella.
El libro a los Hebreos se escribió, como lo sugiere su nombre, particularmente a los judíos creyentes, aunque tiene un valor e interés permanente para todos los creyentes en todas las épocas. ❯
Comentario bíblico del Libro de Hebreos
La vida aparte de Jesucristo está llena de incertidumbres, porque está fuera del plan y propósito de Dios. Solamente el cristiano puede decir: «Tenemos una esperanza segura y firme»
La característica sobresaliente del cristiano es que tiene vida. No la vida común y natural de la carne, sino la nueva vida de Dios engendrada por el Espíritu, que lo hace nueva creación.
Como fuego, nuestro Dios purifica. La presencia de Dios era la purificación y santificación del Templo. Es cierto hoy que cuando el Señor el Espíritu llega repentinamente al templo de nuestro cuerpo es como fuego purificador.
VER PAGINA