La Voz de Dios
YO TE ESTOY HABLANDO SIEMPRE. Mi naturaleza es comunicarme, aunque no siempre mediante palabras. Día tras día, lanzo gloriosos crepúsculos a través del cielo. Hablo a través de los rostros y las voces de tus seres queridos. Te acaricio con brisas suaves que te refrescan y deleitan. Hablo suavemente en las profundidades de tu espíritu donde he establecido mi residencia.
Me puedes encontrar en cualquier momento, cuando tengas ojos para verme u oídos para oírme